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México, D.F. 26 de mayo 2012 (Quadratín).-Lejos de estar interesado y mucho menos motivado, el electorado nacional comienza a manifestar su asco y hartazgo de la lucha entre políticos y partidos por un cargo de elección popular.
Si uno creyera todas las acusaciones y argumentos para denostar al adversario, no habría por quien optar o votar. Lo mínimo de lo que se acusan unos a otros es de mentirosos, de lo que la mayoría de los electores tienen pruebas fehacientes y suficientes. Una cosa son los discursos y las promesas de campaña y otra muy diferente son los hechos.
No alcanza tiempo ni espacio para enlistar las medias verdades, medias mentiras o falsedades completas a que están dispuestos los políticos, de todos los partidos, para lograr la mayoría de votos.
Por eso les gustan y han desarrollado adicción a las encuestas porque pagan y se les dice que son los que gozan de la mayor simpatía y aceptación aunque ocurra exactamente lo contrario.
Sin embargo hay en este momento, a poco más de 4 semanas de las elecciones, una animosidad preocupante porque los candidatos están más que dispuestos a provocar el enfrentamiento, la división y el encono antes que reconocer las verdaderas angustias e inquietudes del pueblo.
Empujan al país a una incipiente guerra civil, pero no se dan cuenta porque lo único que les importa es la pompa, el glamour y la importancia que les dará el cargo al que aspiran. Por el están dispuestos a todo, digno o indigno, falso o verdadero.
Los ejemplos sobran y no hay referencias a los verdaderos problemas. Políticos priistas, panistas y perredistas son los responsables del desorden, el retraso y la desorganización que padece el país, pero se culpan unos a otros como si no hubieran ya tenido la oportunidad de que este destino se evitara y cambiara.
El cáncer de la corrupción, por ejemplo, creció al amparo de funcionarios y políticos omisos, muchos de los cuales, se beneficiaron sin culpa y menos vergüenza, independientemente del partido al que pertenezcan.
Ahora se informa que, en lo que va del sexenio del presidente Felipe Calderón, alrededor de 45 mil servidores públicos han incurrido en prácticas ilícitas o de corrupción, pero sólo fueron destituidos de su cargo 2 mil 316 funcionarios, e inhabilitados 6 mil 839, o sea un porcentaje mínimo.
En este mismo periodo, el gobierno fijó multas por 20 mil 912 millones de pesos, pero no todas se cobran al 100%, pues muchas de ellas se convierten en créditos fiscales que revisa la Secretaría de Hacienda y Crédito Publico. La Función Pública reportó al Senado que, de 2006 a enero de 2012, por esas irregularidades se han emitido 40 mil 827 sanciones administrativas, desde apercibimientos y multas hasta destituciones.
Entre julio de 2010 y septiembre de 2011, se impusieron 8 mil 333 sanciones administrativas en las que estuvieron involucrados 7 mil 117 servidores públicos, 3 mil 180 fueron amonestaciones; 2 mil 828 a suspensiones; mil 167 inhabilitaciones; 358 destituciones y 800 sanciones económicas, por alrededor de 9 mil 64 millones 100 pesos. Las sanciones administrativas se dividen, de menor a mayor nivel, en apercibimientos, amonestaciones, suspensiones, destituciones, inhabilitaciones y económicas. De acuerdo con un anexo del Quinto Informe de Ejecución del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, que el Ejecutivo envió al Senado de la República, 2008 fue un año negro en el capítulo de la confianza en las instituciones públicas, pues se reportan el mayor número de sanciones administrativas en cinco años, 10 mil 882, cifra que representó un incremento de 63.4% respecto a 2007. Ocho mil 333 7 mil 117 sanciones fueron impuestas entre julio de 2010 y septiembre de 2011 8 mil 333 7 mil 117 servidores públicos estuvieron involucrados en esos castigos.
Por eso adquieren tinte electoral las acusaciones mutuas de comportamientos corruptos. El perredista, Narciso Agúndez Montaño, ex gobernador de Baja California Sur, fue detenido la tarde de este jueves por el delito de peculado. El ex mandatario enfrenta denuncias desde 2011 por presunta corrupción. Agúndez fue gobernador de Baja California Sur por el PRD en el periodo de 2005 a 2011. Al respecto, este viernes, el candidato presidencial del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, se deslindó de las acusaciones contra el ex gobernador, en su conferencia de prensa matutina. Afirmó que Agúndez Montaño estaba relacionado desde hace tiempo con el PRI e incluso apoyaba a su candidato presidencial, Enrique Peña Nieto. Actualmente ese estado es gobernado por una alianza con preponderancia panista, por lo que algunos analistas ven objetivos electorales en el caso.
Ojalá que pasados los tiempos de campañas electorales esta enjundia y esta decisión por perseguir las corruptelas se mantengan, no solo con fines partidistas, sino porque auténticamente se persiga una moral pública distinta de la que predomina entre los mexicanos, militen en el partido político que sea. Los ejemplos de enriquecimiento inexplicable abundan en todos los partidos.
De lo contrario se mantiene ese dicho de que se haga la voluntad de Dios (justicia), pero en los bueyes del vecino.
Las campañas entran a la etapa final, la definitiva y es previsible que la beligerancia aumente, que la presión social parezca no aguantar, que las agresiones de todo tipo y la guerra sucia se vuelvan mas duras. Están por delante, en síntesis, 4 semanas de terror
ojalá pasen pronto.
Foto.Ambientación