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Almuzara Libros México, presente en la FIL de Palacio de Minería
Oaxaca, Oax., 19 de febrero de 2012 (Quadratín).- Con la finalidad de crear conciencia entre los jóvenes sobre los efectos nocivos de la cocaína en el organismo humano, Víctor Melo presentó su performance Maldita coca, durante el Primer Encuentro de Performance y Arte Alternativo que se llevó a cabo este sábado 18 en La Calera, espacio cultural situado a un costado del panteón del Ex Marquesado.
Para tal efecto, realizó una instalación con distintos elementos como flores secas, botes de plástico, una mesa de cristal, encendedores, calaveras y polvo blanco simulando cocaína.
La cocaína afecta económicamente, daña el cerebro, afecta todas las vías respiratorias, descalcifica los huesos, los dientes. Yo represento a un cocainómano y muestro los cambios humor, la violencia, incluso la impotencia sexual que produce el consumo de cocaína. En sí es eso lo que trato de expresar con este performance. No pretendo decir a los chavos no lo hagas, sino que vean cómo se afecta una persona que lo hace, explica Víctor Melo, organizador de este encuentro a través del colectivo Silosove.
Agrega que el arte, y particularmente el performance, tiene esa función, la de alertar a la sociedad para que la gente haga conciencia de sus problemas a través de la transgresión y el absurdo, conjugando acción corporal, poesía, teatro y danza.
__ ¿Tiene este performance como contexto el problema de la narcoviolencia en que vive México?
__ Yo llevo 16 años haciendo performance y el tema de las drogas lo he tocado siempre. Yo creo que esa en nuestra función como artistas, pero el gobierno también tiene el deber de educar a la gente para que razone si quiere o no meterse drogas al cuerpo. El gobierno, no tiene por qué decidir por otras personas, lo que debe hacer es educar, explicar qué le sucede a la persona con las drogas, y cada quién que decida si se quiere meter algo en el cuerpo. Yo lo único que le digo es: no se metan esa cochinada, hace daño. Sería más sano comerse unos honguitos.
Conjuntamente con el colectivo Catlicue, integrantes del tianguis itinerante, algunos tatuadores y músicos como Turval Pazos, este encuentro tiene como finalidad organizarse para llevar este tipo de actividades a otro espacios culturales e incluso a las colonias de la periferia de la capital oaxaqueña.
Nosotros vivimos de esto, así mantenemos nuestro activismo, hacemos gráfica, performance, artesanías, serigrafía, colaboramos con otros grupos autogestivos que apoyan la ecología. Queremos recuperar la calle como espacio de expresión artística y cultural y decir que Oaxaca no es sólo mujeres con traje regional. Oaxaca también es Toledo, Tamayo, y también somos nosotros, enfatiza el joven artista.
Y concluye:
__ Porque luego dicen: qué hacen esos greñudos, tatuados, son mariguanos, locos. No.
Que vengan a ver lo que hacemos. Aquí no hay nadie fumándose un churro, tomándose una cerveza. Cada quien sabe lo que se mete y por donde, pero no podemos generalizar que los cholos o los pobres o los ricos se drogan. Es necesario que como sociedad nos conozcamos todos.