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Xochitlalyocan, jardín que resguarda la memoria verde de México
Oaxaca, Oax., 21 de enero de 2012 (Quadratín).-Es una sorpresa el primer encuentro con la pintura de Santiago Carbonell. La primera impresión que produce es que hemos viajado al Renacimiento. El realismo de los rostros, las manos, los ojos, la expresión, hacen creer que estamos ante una fotografía. No se atisba el mínimo rasgo de una pincelada. Nítida por donde se le vea, así es la pintura del artista ecuatoriano de origen español, radicado en México desde hace 25 años, en la ciudad de Querétaro.
¿Cómo lo logra? Más trabajo que inspiración; mucha transpiración, con esfuerzo diario y con una terquedad de burro, responde Santiago Carbonell durante una pausa en el recorrido de su exposición De la belleza al desencanto, abierta al público este viernes por la noche en el Museo de los Pintores Oaxaqueños (MUPO).
Y trabajar como burro implica un trabajo diario de 8 a 10 horas de trabajo de las 6 de la mañana en adelante, para aprovechar al máximo la luz del día, explica el curador de la muestra, Roberto González. Cada cuadro le puede llevar hasta varios meses de trabajo, indica.
No desestima que se encuentra en tierra de grandes artistas plásticos cuya obra dista mucho de su trabajo. No me asusta exponer en Oaxaca, pero sí es un enorme reto y una responsabilidad. Pero yo no pinto para los críticos, yo pinto para los pintores, para mis colegas, y yo creo más en los colegas que en los críticos. Aunque a veces nos jalamos de los pelos, los pintores somos en el fondo solidarios, y amorosos. Todos nos dedicamos a lo mismo: a embarrar pintura.
Reconoce que en Oaxaca hay una tradición pictórica contemporánea que viene de Tamayo, Toledo, Morales, pero su obra, explica, obedece a una tradición distinta ligada con el Renacimiento y otras corrientes pictóricas más contemporáneas que le permiten propiciar un diálogo, una rápida conexión con el espectador. Algunos se van a sorprender, de eso se trata.
De la belleza al desencanto fue inaugurada la noche del viernes por el secretario de las Culturas y las Artes de Oaxaca, Andrés Webster Henestrosa; abarca tres salas de la planta alta del Museo de los Pintores, donde permanecerá tres meses, y es posible gracias al apoyo de la Asociación Amigos del Museo y del empresario oaxaqueño Sergio Castro. Antes de llegar a Oaxaca estuvo expuesta en el Círculo del Arte de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.