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De la misma manada
Oaxaca, Oax., 21 de enero de 2012 (Quadratín).-El ex procurador Miguel Ángel Mancera es, definitivamente, un hombre con el destino perfectamente marcado. De adolescente nunca cruzó por su mente, ni nunca soñó estudiar la carrera de abogado, tenía sus esperanzas puestas en una vida diferente pero un acontecimiento imprevisto personal le empujó a defenderse legalmente y cuando se dio cuenta había estudiado derecho y obtenido buenas notas escolares.
Hace tres años tampoco estaba en su horizonte profesional ser Procurador de Justicia del Distrito Federal, un cargo que se obtiene a propuesta del jefe de gobierno capitalino, en este caso, Marcelo Ebrard Casaubon, y del presidente de la República, Felipe Calderon Hinojosa, autorizar dicho nombramiento. Pasaron los meses y con un trabajo cotidiano bien comunicado, sin los accidentes que le ocurren en todo momento a la Procuraduría General de la República, de pronto se vio entre los posibles seleccionados para suceder a su patrocinador.
No le ocurrió como a la mayoría que atienden el canto de las sirenas aunque no los llamen, sino que continuó trabajando en lo suyo, la procuración de la justicia. Otros ya estaban más dedicados a sus campañas preelectorales como Mario Delgado, a quien se daba por el predilecto de Ebrard; se apuntó, primero tímidamente y después ya convencida de que podría lograrlo, la diputada Alejandra Barrales, quien también tuvo un manejo mediático cuidadoso, eficiente y constante, a tal grado que se asumió como la indiscutible sucesora de la jefatura de gobierno. Estaban también en la lista Martí Batres, Gerardo Ferrnández Noroña, Joel Ortega, Laura Velázquez, Carlos Navarrete, Benito Mirón y Porfirio Muñoz Ledo, a quienes Mancera ahora agradeció su actitud.
El PRD junto con sus partidos satélites, el del Trabajo y Movimiento Ciudadano (antes Convergencia) decidieron que el método de selección fuera el de la encuesta, ese instrumento tan de moda en la democracia en el que la mayoría de los políticos confían, siempre y cuando, sean como el espejo de la bruja de Blancanieves: si está a favor, está bien hecha, si por el contrario, no les favorece, es una aberración o porquería.
La diputada Barrales tenía un comportamiento civilizado mientras se sentía ganadora, pero en cuanto comprobó que las encuestas no le favorecían se descompuso, perdió galanura, forma y grandeza y decidió negar a su adversario Mancera el privilegio de darle la mano, como hacen los tenistas al final del partido en un gesto de reconocimiento y gratitud.
Las encuestas se construyen con opinión, recopilación de información y estadística. El encuestador de mayor prestigio en México es, sin duda, Roy Campos, quien dirige la empresa Consulta Mitofsky, quien dio luz en una entrevista que le hizo el periódico 24 Horas. Se le preguntó sobre sí la estadística es una ciencia exacta, a lo que el experto cita una frase, que aparece en el boletín mensual de Matemáticas de la facultad de Economía de la UNAM, que dice: La estadística es la primera de las ciencias inexactas; y explica que, por definición, ésta se basa en probabilidad y la probabilidad está sujeta a márgenes de errores.
Así que mientras el número es exacto la estadística no lo es. Hay muchos mitos sobre ella, por ejemplo, la famosa frase de que es muy fácil mentir con estadística pero es más fácil mentir sin estadística, asegura Campos.
La estadística y las encuestas influyen en estados de ánimo y terminan en percepciones. La gente cree en la estadística cuando coincide con su forma de pensar, por ejemplo, si uno sale hoy y dice va arriba el PRI, los que no son sus simpatizantes dicen es encuesta amañada. Es una encuesta pagada. Por ello afirma que, lo único que podemos hacer los encuestadores es cuidar que no digan mentiras.
Campos señaló que no son las pesquisas las que definen sino los propios partidos que ante la ausencia de métodos recurren a las encuestas ya que no quieren meterse en pleitos internos.
Este es el caso del procedimiento empleado por el PRD y que arbitra el ex priista y hoy militante de una izquierda tan ubicada en el centro como el PAN o el PRI, Manuel Camacho Solis, en quien se centran las críticas acerca de que manipuló el proceso, según los que no obtuvieron el triunfo.
El problema de los partidos en los tiempos recientes es que sus grupos o militantes no están dispuestos a aceptar ninguna derrota. Yo o el diluvio, expresan con sus actitudes cuando el dedo o la encuesta no les favorece.
Mancera ahora se enfrentará a Isabel Miranda de Wallace que representa al PAN y, presumiblemente, a Beatriz Paredes Rangel, la tlaxcalteca avecindada en el Distrito Federal quien tiene la candidatura del PRI en la bolsa a menos que, de último momento, hubiera cambios.
La estructura terrestre, la simpatía de Mancera y la fragilidad de los otros partidos en el DF le auguran un triunfo, siempre y cuando conserve la sensatez y no se vuelva presa de la maquinaria electoral mercadotecnica, preserve el sentido común y mantenga los principios y talante que le hacen comunicarse fácilmente. Ahí es donde la tiene difícil, porque le sobrarán quienes le digan que sin encuestas ni asesores no se puede vivir.
Foto:Arcchivo