Fumer tue
Oaxaca, Oax., 29 de noviembre de 2011 (Quadratín).- El título de esta colaboración constituye una obra de arte, el cuento más corto de la historia de la literatura mundial, creado por el gran escritor Augusto Monterroso, guatemalteco- mexicano ganador de premios nacionales e internacionales y que dejó en esta sola frase el destino priista.
El primer sorprendido por los ritos, lenguaje y forma del PRI es su hoy precandidato único, Enrique Peña Nieto, quien ya rechazó que el apoyo expresado por la militancia se trate de las que, en su tiempo, se llamaron sin rubor y con orgullo cargadas. Igualmente tendrá que acostumbrarse a otros términos como la bufalada, el carro completo, la aplanadora, el invencible y tantos otros términos que se atribuyeron al PRI en sus años de mayor gloria y esplendor y que ya están de vuelta como el aviso de que se recuperará no sólo la Presidencia de la República, sino también los usos y costumbres de la cultura política que imperó durante 70 años.
El ex gobernador del estado de México sorprendió por sus gestos que recordaron a Adolfo López Mateos, el último presidente mexicano oriundo también, como Peña Nieto, del estado de México. El saludo con los brazos abiertos y en alto, constituyen un gesto de agradecimiento, pero también un abrazo que hoy adopta el virtual candidato priista a ocupar la silla presidencial.
Tradición, ritos, usos y costumbres pretenden revivir en el priismo. Las viejas instalaciones de Buenavista, cuya propiedad de terrenos y edificios ha estado siempre en la indefinición, recuperaron el aliento y la vida. Desde hace por lo menos 11 años envejecieron, se abandonaron, no solamente el equipamiento, sino el espíritu festivo con el que siempre se imprimió en tiempos de campaña o en el inter de quietud.
Hay quienes advierten o señalan estos signos como el irremediable envejecimiento del PRI. Es necesario establecer una diferencia entre la vejez, como una etapa de la vida y el envejecimiento, como un proceso en la vida del ser humano que se inicia desde su nacimiento.
¿El PRI es hoy un partido senil?
El filósofo Séneca la describe como la edad avanzada llena de satisfacciones; la verdadera vejez no se relaciona con los años y sí con la sabiduría. Para Galeno, la vejez era de naturaleza intrínseca y se encontraba en el mismo proceso generativo, vinculando así el desarrollo y la decadencia de la persona humana. Erasmo, en el siglo XVI, concebía la vejez como una carga, considerando que la locura era el único remedio contra la vejez.
Según el gerontólogo social norteamericano Robert Atchley, la mayoría de las veces tal estigma es el resultado injusto de falsos estereotipos que se han ido formando. En el nuevo testamento, la palabra anciano se utilizó para designar a jefes de religiosos o personajes de la iglesia que tenían algún cargo directivo. En las personas, el envejecimiento acarrea cambios físicos, psicológicos y sociales.
La persona que envejece sufre transformaciones internas que se deben, en parte, a cambios en el concepto del yo y enfrenta una crisis resultado de su autoimagen y su deterioro fisiológico a la vez que compete a un aspecto social.
1. Pérdida del papel que desempeñaba, ante el retiro obligatorio, para dar paso a otros y renunciar a las satisfacciones que da el trabajo y muy a menudo también pierden seguridad económica.
2. Pérdida del funcionamiento intelectual, los viejos piensan y actúan más lentamente que las personas jóvenes pero esto puede deberse al hecho que tienen más cautela.
3. Pérdida de afecto e interés por otros. Los viejos se ensimisman y cuidan cada vez más sus necesidades personales. Ya no tratan de cambiar su medio sino que adoptan una actitud pasiva hacia él.
Hoy, sin embargo, el espejo en el que se ve el priismo, antes de ningún acto de contrición o de revisión acerca de su comportamiento histórico, de sus aptitudes, actitudes, capacidades, omisiones y amplia experiencia en el manejo del poder, es el de un joven que está listo para recuperar la Presidencia de la República, aunque haya muchos que lo vean como ese personaje que entra al restaurante que se sabe tiene más de 70 años, usa bastón, pero trae el bigote, las cejas y el pelo completamente negro.
No, el PRI de hoy, no es ese.
Foto:Archivo