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Oaxaca, invitado de honor en la FIL de Palacio de Minería
Oaxaca, Oax., 16 de noviembre de 2011 (Quadratín).- Ignacio Ortiz, el cineasta, es originario de un pueblo de gente silente, en la Mixteca oaxaqueña: Refugio de Morelos.
Conoció el cine a la edad de 14 años, porque en su comunidad no existía la luz eléctrica y no se podían realizar las proyecciones. La primera película que llegaron a ver sus ojos se titulaba El Miedo, de Gilberto Gascón y ahí se contaba la historia de un hombre amarrado a un árbol, porque había contraído la rabia.
Miembro de una familia de diez hermanos, hijo de padre analfabeta, campesino, Nacho tuvo como herramienta para salir de la pobreza del campo mexicano el estudio. Se tituló como médico, pero abandonó la carrera por el cine.
___Mi infancia se dividió en cosas serias, como el qué vas a ser para ganarte la vida, qué vas a estudiar dice Nacho Ortiz-, y cosas superficiales. La vida en la Mixteca sólo te da tiempo para dedicarte a las cosas serias, lo otro, lo superficial como los juegos o la diversión no tienen cabida en nuestra existencia. Por eso son gente que habla poco, porque están dedicados a su propia sobrevivencia que no tienen tiempo para perderlo en pláticas.
___El día que le presenté mi primer trabajo cinematográfico a mi padre, me dijo: bien, hijo, está muy bonito: ¿Pero de qué vas a vivir, cómo vas a ganarte la vida? , nos cuenta Nacho Ortiz.
Las cosas serias de la vida lo llevaron a estudiar medicina, como un acto para agarrar el futuro, como la manifestación clara del instinto de sobrevivencia.
___Pero me ganó la inconsciencia. Así como por inconsciencia salí de mi pueblo a la ciudad a realizar mis estudios, así también ella me llevó a abandonar el fruto de esos estudios, una carrera, para dedicar mi vida a algo totalmente incierto, el cine-, apunta.
__¿Se necesita mucho valor para abandonarlo todo y dedicarse a una aventura?
___No creo que sea valor lo que se requiere para realizar actos como éste, sino inconsciencia. En un primer momento de mi vida quise ser poeta, incluso tengo algunas cosas publicadas en una revista que no quisiera que leyera nadie. Pero a buen tiempo me di cuenta que la poesía no era lo mío. Entonces, una mañana me desperté, puse los pies sobre el piso y me dije: voy a hacer cine. Y desde entonces estoy aquí.
___¿Cuáles eran tus temas como poeta?
___ Las moscas, porque creía que en su vuelo realizan una escritura, escriben palabras que nos dicen algo que nosotros no sabemos leer.
___¿Cuál fue tu primer proyecto fuerte dentro del cine?
___ El guión de La mujer de Benjamín, un trabajo escolar que realicé con Carlos Carrera.
___Por otra parte, ¿Cómo puede un hombre de pocas palabras interactuar y ser seguido por cientos de personas, de egos que tratan de imponerse, en un medio tan difícil como el cinematográfico?
___Decía Kurosawa que el cine es una batalla, y que el guión es la bandera que guía esa batalla. Yo creo en eso. Cuando le presentas a la gente que estará involucrada en el proyecto de una película un guión que les convenza, ya no son necesarias las palabras. Ellos seguirán y obedecerán a sus propios anhelos, que están motivados por el guión de la película. Ese es mi secreto: el guión, que en todas mis películas yo soy el que se encarga de realizarlo.
Agrega: el secreto del silencio me lo enseñó mi padre, indígena analfabeta de la mixteca, campesino. Considero que la gente debe ya de dejar de ir por la vida, por el mundo, diciendo tanta y tanta tontería. Por eso prefiero el silencio.
Ignacio Ortiz estuvo en Oaxaca para presentar su cinta Mar muerto, filmada en la zona Huave, en el Istmo de Tehuantepec. En aquellos días de la filmación, Nacho se brincó la alerta sanitaria por la influenza que paralizó nuestro país en el año 2009.