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De la misma manada
Oaxaca, Oax., 13 de noviembre de 2011 (Quadratín).- De cara al primer informe de gobierno de Gabino Cué, mi percepción es que su administración, en su arranque, no entrega buenas cuentas; incluso algunos funcionarios están reconociendo una serie de incapacidades e inoperancias que van desde la imposibilidad de ejercer el presupuesto asignado, como prácticas patrimonialistas de gestión pública, asimismo nula rendición de cuentas de las dependencias y organismos del Estado y el ejercicio de la violencia para reprimir a organizaciones y a pueblos, tal como acaba de suceder con el pueblo zoque. Llama la atención también que el Congreso sea escenario de opacidad y de corrupción, así como la opacidad del Poder Judicial para rendir cuentas a los ciudadanos.
Aquí caben formular varias hipótesis sobre esta situación:
a) Que el gobernador del Estado ha sido secuestrado por los compromisos con los diversos partidos de la alianza electoral y de grupos de poder del Estado, por lo tanto, a pesar de la voluntad del gobernador para avanzar hacia mejores estadios democráticos, estos compromisos y pactos no se lo permiten, así también, no habrá esperanza en lo futuro y las cosas podrían seguir igual o empeorarse. El sistema de cuotas para los que se aliaron, es uno de los sistemas más perversos de gobierno, pues implica la instauración de un régimen patrimonialista y prebendario, esto es, hacer de los recursos públicos un interés estrictamente particular. Así, el futuro del régimen de la alianza será mayor corrupción y mayor autoritarismo, pues para garantizar la gobernabilidad deberá de ejercer mayor fuerza y el uso de la violencia. La pregunta es, si el Gobernador será capaz de romper con estas alianzas perversas y antinaturales por ser de signos ideológicos tan contrarios. Aquí cabe la posibilidad de que el Gobernador de un golpe de timón y mejore las cosas públicas.
b) También cabe la posibilidad de que el Gobernador está plenamente consciente del carácter del nuevo régimen, en el sentido de que se arribó al poder para el usufructo particular de los bienes públicos, por tanto, había que realizar acciones que simulen la democracia y de acuerdo a una expresión popular, de darnos atole con el dedo. Esta hipótesis es más peligrosa que la anterior, pues el pueblo no cuenta ni con su propio gobernador. Francamente no deseamos que esta hipótesis sea la verdadera pues en un futuro no habría posibilidad alguna de golpes de timón.
c) Una tercera hipótesis pudiese ser formulada, en el sentido de que Oaxaca es muy complejo y difícil de gobernar, que lo más fácil es gobernarlo con un sentido altamente autoritario o que el régimen anterior, al que le hemos llamado bonapartista, que sin ser democrático, es altamente eficaz para gobernar poblaciones y territorios como los de Oaxaca. Implantar pues, un régimen democrático es complicado, por lo que habría que esperar un tiempo prudente para recoger los frutos de la llamada transición oaxaqueña. Además que 80 años de regímenes priistas, no es fácil resquebrajar o destruir tal régimen, por lo que luchar contra inercias, instituciones, normas, cultura política y sobre todo, comportamientos habituados de corrupción y autoritarismos, lleva su tiempo. Esta es la hipótesis que maneja el actual gobierno.
d) Una cuarta hipótesis, se deriva de que las cosas están mal porque los componentes o integrantes de la alianza electoral y hoy alianza gubernamental, son de naturaleza autoritaria, antidemocrática y por lo tanto, corruptos y buscadores de poder.
No podemos esperar en panistas, perredistas, convergentes (hoy movimiento ciudadano), y petistas, una actitud democrática cuando en sus naturalezas no podemos encontrarla. Hay pruebas que los municipios gobernados por estos partidos, son plena demostración de corrupción, nepotismo, autoritarismo, decisiones verticales y sobre todo, falta de desarrollo económico, social y político de estos pueblos. No pidamos, por lo tanto, peras al olmo. Si a esto le aunamos a los efectos perniciosos de la empleomanía, tal como lo definió el doctor Mora en el siglo XIX, que son aquellos que buscan acomodarse a toda costa en el gobierno sin importar ética y recursos morales.
Si además se contratan a personajes que no son oaxaqueños y que solamente vienen a enriquecerse a costa de nuestros pueblos, evidentemente, las cosas pueden empeorar.
e) No faltará quien plantee la hipótesis determinista a lo sumo, de que los oaxaqueños no tenemos remedio y que nos merecemos los tipos de gobiernos nefastos e incompetentes, y que ni volviendo a nacer como Estado podemos mejorar nuestro destino.
Lo que es bien cierto, es que los oaxaqueños tenemos una enorme Voluntad General para el bien común, que somos un pueblo muy inteligente, yo no he conocido un oaxaqueño poco inteligente, flojos he conocido a muchos, pero no tarugos. Somos un pueblo trabajador en el que el sistema cooperativo nuestra nuestro ser en las labores; que tenemos una mística de lucha y transformación de nuestra realidad; que somos un pueblo mágico y de una rica diversidad cultural; de que los pueblos originarios día a día nos enseñan la riqueza de la democracia comunitaria, también es otra verdad. Por todo esto, tenemos una enorme confianza en el pueblo oaxaqueño y creemos firmemente que será capaz, en lo futuro, de tener gobiernos que respondan plenamente a sus intereses. Como decía Juan Jacobo Rousseau, la perfectibilidad es un don del ser humano, por tanto, el pueblo oaxaqueño será mucho mejor en el futuro a pesar de sus gobernantes.
Foto:Archivo/Ambientación