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Juchitán, Oax., 8 de octubre de 2011 (Quadratín).- Las historias Ángeles Vianey Sandoval Ruiz, Nelci Guadalupe Regalado Benítez y de Altagracia Reyes Barranco terminaron por encontrarse en medio de la impunidad, la injusticia y el abuso de poder.
Ángeles Vianey está muerta. Fue asesinada por su esposo en mayo de este año. Dejó dos menores en la orfandad, y su madre, doña Josefina Ruiz Santiago, aun clama justicia y vive bajo el miedo porque el doctor que mató a mi hija amenazó con asesinar a mis dos nietas.
Nelci Guadalupe Regalado Benítez, asesinó a su esposo al defenderse de una severa golpiza.
Está en la cárcel de Tehuantepec, condenada por un juez insensible que no valoró que ella sólo quiso defenderse, explicó la defensora de Derechos de la Mujer, Rogelia González.
Altagracia Reyes Barranco encabezó, el 14 de agosto, una marcha de mujeres del municipio de
Laollaga a Oaxaca y denunció que la alcaldesa priista de esa localidad istmeña, Antonia Guzmán, abusó de su poder para que su esposo le ganara la custodia de sus dos hijos menores de edad.
En Oaxaca, los asesinatos y agresiones contra las mujeres van en aumento. En este año tenemos más de 50 feminicidios. La impunidad, el abuso de poder y la injusticia son el entorno que lacera la vida de las mujeres, dijo Rogelia González, del Grupo de Mujeres 8 de Marzo.
VIDA ENTRE EL DOLOR, LA TRISTEZA Y EL MIEDO
Doña Josefina Ruiz Villalobos es la madre de Ángeles Vianey Sandoval Ruiz y su vida, después de cuatro meses de que encontró a su hija asesinada en su propia casa, transcurre entre el dolor, la tristeza y el miedo, en esta ciudad zapoteca del sur de Oaxaca.
No es vida lo que llevo. Sufro mucho y tengo tanto miedo que no salgo a la calle, comentó entre susurros ahogados por las lágrimas. Su hija fue asesinada el 17 de mayo de este año. La Procuraduría de Justicia encontró culpable al médico Jorge Castillo Toledo, esposo de la víctima.
Han pasado más de cuatro meses y no veo que se haga justicia y vivo con miedo porque el asesino de mi hija nos ha mandado varios recados diciendo que matará a mis dos nietas (de cuatro y seis años de edad) y luego se matara él para que estén juntos en el cielo, dijo.
El sufrimiento que asfixia la vida de doña Josefina crece ante el recuerdo de las confidencias que le hacía su hija: Mamá, es hombre me pega, no me da dinero para la comida y desatiende a las niñas. Ya me dijo que me va a matar. Doña Josefina no le daba crédito.
Durante los siete años que vivió casada con el médico Jorge Castillo Toledo, Ángeles Vianey
Sandoval Ruiz se separó cuatro veces de su esposo y acudió en una ocasión ante la Fiscalía para
Delitos de Violencia Familiar, pero no encontró respuestas a sus reclamos y denuncias.
Separado de su esposo, se convirtió en una excelente alumna de Pedagogía en una universidad particular. Había recibido tres reconocimientos por su alto desempeño académico antes de ser asesinada.
Nunca creí que ese hombre fuera a cumplir su palabra, pero ahora quiero decirle que con mi vida voy a defender a mis nietas, señaló desafiante detrás del lavadero de la pequeña vivienda ubicada en la colonia popular Rodrigo Carrasco.
Desde esa humilde vivienda, recordó que la presidenta estatal del DIF/Oaxaca, Mané Sánchez Cámara, le ofreció apoyos psicológicos y becas escolares para sus nietas. Me dijo que me iban hablar para ver lo de la ayuda, pero hasta ahora nadie me ha hablado, lamentó.
SOLO PENSÉ EN DEFENDER MI VIDA
Nelci Guadalupe Regalado Benítez no resistió el maltrato que le daba su esposo, Juan Manuel Guzmán Wolf, un militar en activo en Ciudad Ixtepec, y se separó de él en el 2007, cuando ella cursaba el séptimo mes de embarazo.
Después, en junio de este año, con la finalidad de que su hijo Bryan Guzmán Regalado, de cuatro años de edad, creciera al lado de su padre, se reconcilió con el militar, sin embargo, los malos tratos volvieron de inmediato que terminaron el 31 de julio, cuando ella mató a su esposo.
La comunidad zapoteca de Santiago Laollaga se cimbró con el acontecimiento. Yo solo pensé en defender mi vida porque me había pateado, golpeado la cabeza contra la pared y quería ahorcarme con una agujeta de sus botas, argumentó Nelci Guadalupe, ante el juez.
El Juez de Garantías, Alejandro González Santiago, explicó la defensora de los derechos de la mujer, Rogelia González Luis, no tomó en cuenta que los hechos se dieron en una riña y acusó a Nelci Guadalupe por el delito de homicidio simple intencional.
Desde el reclusorio federal de Tehuantepec, donde se encuentra detenida, los defensores de Nelci Guadalupe Regalado Benítez, criticaron el hecho de que el juzgador no valoró los episodios violentos que vivió Nelci.
Tampoco valoró el hecho de que desde septiembre de 2007 Nelci Guadalupe había solicitado la ayuda del Centro de Atención y Apoyo a la Mujer, para tramitar su divorcio y que había gestionado la pensión alimenticia.
El caso de Nelci Guadalupe está marcada por la injusticia, resumió Rogelia González Luis, del Grupo de mujeres 8 de Marzo. En agosto, la defensa solicitó la apelación, pero el magistrado Arturo León de la Vega ratificó el auto de vinculación por el delito de homicidio simple intencional.
QUIERO QUE ME REGRESEN A MIS HIJOS
Con la bandera de México en sus manos, el 14 de agosto Altagracia Reyas Barranco, con el apoyo de unas 100 mujeres de Santiago Laollaga, marchó a la Ciudad de Oaxaca para denunciar que la alcaldesa de esa localidad abusó de su cargo para que le arrebataras a sus dos hijos.
Altagracia Reyes Barranco se casó con el médico Víctor López Guzmán, pero por el entorno de violencia familiar que vivió en los últimos años, optó por separarse, pero por inventos y argucias legales, perdió la custodia de sus hijos.
Mi esposo es sobrino de la presidenta municipal de Laollaga, Antonia Guzmán Jarquín y ella testificó a favor de su sobrino ante las autoridades, donde me acusaron de que yo bebía y golpeaba a mis hijos, narró.
De acuerdo con los expedientes judiciales, ella y su esposo convinieron en que los dos tendrían el derecho de convivir, por separado, con sus hijos. Nada de eso se ha cumplido y no he podido ver a mis pequeños. Me niegan el derecho de verlos, acusó.
Para la defensora de mujeres, Rogelia González Luis, el caso de Altagracia Reyes Barranco está marcado por el abuso de poder por parte de la alcaldesa priista Antonia Guzmán Jarquín. En los casos de violencia intrafamiliar, en Oaxaca la ley es nula, señaló.
En Oaxaca más de 50 mujeres han sido asesinadas en este año. 256 durante el régimen de Ulises Ruiz Ortiz. La violencia es alentada por la impunidad. Según cifras de organizaciones sociales, cinco de cada 10 mujeres sufren violencia física, económica y psicológica.
Decenas de organizaciones han exigido a los diputados locales que realicen una reforma integral de las leyes y normatividades correspondientes para prevenir, erradicar y sancionar todo tipo de violencia contra las mujeres en el estado de Oaxaca.
Urge tipificar el delito de feminicidio y considerar a la violencia intrafamiliar como delito grave, señaló la coordinadora del Centro de Atención y Apoyo a la Mujer, Rogelia González Luis.
Foto:Archivo