
¡Por más días efectivos de clases!
Oaxaca, Oax., 4 de octubre de 2011 (Quadratín).- ¡Dos de octubre, no se olvida! El grito de batalla de miles de personajes de ayer y jóvenes de hoy, que caminaban por varias ciudades de México, recordando la matanza de estudiantes en Tlatelolco.
Era evidente que la gran mayoría no habían nacido en aquel memorable 68, sin embargo, están nutridos de historias de lucha, de defensa de sus derechos, de inconformidad por el desempleo, hartos de la violencia y un número significativo que desconocen a la autoridad y a las leyes.
Este acontecimiento se da en un marco de conflictos sociales, por un lado, en Estado Unidos, ciudadanos norteamericanos protestan por la crisis económica, la desigualdad social y la avaricia de los más ricos, que hacen vislumbrar el ocaso del sistema capitalista; en Chile, existe un movimiento de trabajadores y jóvenes que demandan reformas laborales, políticas y educativas y que buscan el camino de la democracia, obstaculizada por muchos años por regímenes militares.
En México, se da a conocer que existen más de 700 mil jóvenes que ni estudian ni trabajan;
Crece la violencia anarquista en México, de Jóvenes eco anarquistas radicales que multiplican sus ataques contra lo que consideran símbolos del capitalismo en el país: cajeros bancarios, empresas de productos animales, automotrices. El paquete bomba contra un científico del Tec de Monterrey marca la nueva escalada de violencia.
Es necesario aclarar que el fenómeno de la acción directa e insurreccionalista no es privativo de México. Se extiende en diversos países sumidos en la crisis del capitalismo en Occidente. Principalmente en Grecia, Italia, España, Francia, Inglaterra, Estados Unidos, Chile, Brasil, Argentina, y México.
Si ya vemos los barruntos del fin del sistema capitalista, de nuevas vías para el ejercicio de la democracia, de expresiones violentas de la juventud, sumados a los grandes problemas del narcotráfico, el cambio climático y la falta de alimentación, ¿qué esperan los gobiernos para darle cause a estas inconformidades?
En Oaxaca, se requiere hacer un planteamiento de fondo que tome en cuenta el contexto internacional y nacional, y que sume a las nuevas generaciones al empleo y autoempleo, a mejor educación pública y suficiencia de espacios educativos, generar oportunidades en otras vertientes de cultura, recreación, deporte, que los propios jóvenes creen y recreen.
Acá ya sabemos lo que significa los movimientos estudiantiles y sindicales, que ponen en crisis al estado, no demos oportunidad a que los agoreros del desastre nutran sus campañas políticas denostando la falta de previsión del gobierno de transición.
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Foto:Archivo Quadratín