
Desaparición Forzada
México, D.F., 24 de mayo 2011 (Quadratín).- Lejos de provocar preocupación por el revés al gobierno socialista español, el regreso al Partido Popular, representa un viento fresco para el presidente Felipe Calderón.
Los gobiernos mexicanos de los últimos tres sexenios tuvieron coincidencias frecuentes con las posturas de José María Aznar, plegadas a los Estados Unidos y al Fondo Monetario Internacional.
España pasó del socialismo de Felipe González a la derecha de Aznar, regresó al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Rodríguez Zapatero y hoy vuelve a los brazos de la derecha.
Para el PAN y el presidente Calderón estas pueden ser buenas noticias, pues la élite intelectual mexicana es admiradora ferviente del proceso español. En consecuencia, podrán razonar que si la madre patria esta otra vez en la derecha, para que experimentar, hay que quedarse de este lado y no arriesgarse a que Andrés Manuel López Obrador o Marcelo Ebrard, vayan a ganar las elecciones del 2012.
Francia se plegó a la derecha con Sarkozy y hoy España también está de ese lado. El presidente estadounidense Barak Obama no puede presumir ser de izquierda.
La primera lectura de las elecciones españolas podrían confundir a los que navegan siempre en la superficie y no están capacitados o no quieren profundizar. Dicen: lo ocurrido a Zapatero, puede pasarle a Felipe Calderón.
Tienen razón, sólo que el presidente coordinó y arrancó la campaña electoral para que su partido se mantenga en el poder en el 2012 desde hace varios meses.
Aunque en el priismo ya se hace la burla de que el presidente del PRI, Humberto Moreira, ha trasladado la frase atribuida a Jesús, el Crucificado, cuando se dirige al apóstol Pedro y le dice Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificare mi iglesia
Moreira habría dicho premonitoriamente: Tu eres Peña (Nieto) y sobre esta peña reedificaré al priismo.
En última instancia, para Calderón la derrota de Zapatero es la voz de alerta de que puede ocurrirle algo similar, por lo que, personalmente, dirigirá cada uno de los movimientos y será el gran estratega del panismo con miras al 2012.
El escenario político está como sigue: la izquierda esta fracturada, dividida y su principal activo o líder, Andrés Manuel López Obrador arrastra un desprestigio que revivirán los medios en cualquier momento.
El priismo es identificado más por sus historias negras que por su oferta de futuro y se confía en la enorme ventaja de popularidad que tiene el gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto.
Es decir, despertar la conciencia antipriista del adormilado pueblo será tan fácil como producir una decena de spots de televisión que encuere a los ex presidentes y a algunos conspicuos símbolos del pasado, incluida la líder del sindicato de maestros, Elba Esther Gordillo, o el líder de los petroleros, o Carlos Salinas de Gortari, Miguel de la Madrid, José López Portillo o hasta Luis Echeverría.
Ayer lunes España despertó del lado derecho y en México, especialmente en la residencia presidencial de los Pinos, se sintió un viento refrescante. Habrá tiempo para recuperar y mostrar el desprestigio priista y perredista y clamar por una tercera oportunidad para la derecha y, seguro si se hace una buena campaña de televisión, el pueblo se mostrará generoso y razonará: es verdad, al presidente Calderón lo dejaron solo y se la jugó contra el narco, hay que ayudarlo, darle chance.
Seguramente los estrategas y operadores españoles darán gracias a la oportuna experiencia española.