Inicia el adiós de los órganos autónomos
Oaxaca, Oax., 19 de mayo 2011 (Quadratín).- Escondido, parapetado siempre en tercer o cuarto plano, el Instituto Nacional de Migración es uno de los organismos de gobierno más podridos por la burocracia y la corrupción.
El incremento en las corrientes migratorias centroamericanas, asiáticas y de la Europa del este, principalmente, elevaron la exposición pública de este organismo, desconocido o ajeno para la mayoría de los mexicanos.
Su función está más vinculada a la atención de extranjeros que radican o pretenden vivir en México, que con compatriotas nacionales.
Sin embargo, cada vez ha trascendido (o se han desbordado) las historias de abusos, atropellos y corruptelas entre redes perfectamente formadas de traficantes de personas y sus vinculaciones con las autoridades o representantes del Instituto Nacional de Migración.
Aumentó el flujo migratorio internacional y se abrió una oportunidad de negocio informal, fácil y muy productivo, aunque el aceite de esa maquinaria sea la corrupción en su máxima y variadas expresiones.
A los mexicanos les son conocidas las sinfín historias de abusos y atropellos de la Border Patrol o las oficinas de migración de los Estados Unidos, pero nos son ajenas o poco conocidas, las que ocurren a diario en territorio mexicano, no nada más en los estados fronterizos del sur, sino de hecho en todas las entidades de la República Mexicana.
Sin embargo, tanto las autoridades de Gobernación o la Cancillería mexicanas, se mantienen más expectantes que activas ante una institución y un problema cada vez más grave, profundo y que forma parte, sin duda, de esa guerra contra la que tanto ha luchado el Presidente.
No obstante, el titular de Gobernación, Francisco Blake, hizo el compromiso de que no se permitirán más actos de corrupción en el Instituto Nacional de Migración.
No son los sellos, no son los muros, lo que responde precisamente a encauzar al ser humano en su propio desarrollo, dijo al anunciar que el gobierno de México sellará su frontera sur al paso de indocumentados, mercaderías, drogas y armas, para lo cual fortalecerá su infraestructura, equipamiento y tecnología con una inversión superior a los dos mil millones de pesos y en cuyas acciones participarán todas las autoridades federales en materia de seguridad. No se permitirán más actos de corrupción en el Instituto Nacional de Migración, ofreció.
El Instituto Nacional de Migración reporta que en 2010 detuvo y alojó en sus estaciones migratorias del país a 69 mil 903 personas que no pudieron acreditar su estancia legal.
Al INM se le vincula ya como atrapado en una poderosa y complicada red de delitos que tienen que ver con personas que a su vez están relacionadas con organizaciones dedicadas al delito y al crimen organizado.
Ojalá que la limpieza de la que tanto se habla comprenda también la casa. Si se investiga puede haber muy desagradables sorpresas.