Ubica FGEO a taxista para investigar asalto en Chedrahui Madero
Oaxaca, Oax. 15 de abril de 2011 (Quadratín).- Una de las tradiciones oaxaqueñas que sobrevive, es el altar a la Virgen de Dolores, lleno de un hondo significado religioso para el pueblo. Este viernes fue presentado el altar que cada año monta la Dirección de Turismo Municipal en la capilla del ex convento de Santa Catalina de Siena, manifestación de fe y arte que también se replicó en otros espacios de la ciudad.
Al respecto, la directora de Turismo Municipal, Laura Martínez Iturribarría comentó que con anticipación se invitó a empresarios y comerciantes de esta capital para que se sumaran a esta tradición, de quienes hubo amplia respuesta.
Fue así como la Librería Grañen Porrúa, Oro de Monte Albán y la tienda de artesanías Maro A.C., entre otros, montaron el tradicional altar de Dolores, en los que predomina la sobriedad y la frescura.
En el ex convento de Santa Catalina, fue montado el altar donde se colocó una imagen facilitada por el templo de la Sangre de Cristo, cuyo párroco, Francisco Reyes Ochoa inició con los servicios religiosos.
Flanqueado por arreglos florales hechos con cera labrada, figuras de palma tejida y flores de cucharilla que representan las coronas de espinas de Cristo y son obtenidas de un maguey oaxaqueño llamado sotol, traído este año de El Tule, enmarcaban el retablo que fue montado en honor de la virgen de Dolores, un emotivo altar.
Los colores que reflejan el dolor y el luto se patentizan en el morado, negro, vino y el blanco que representa la pureza de la Virgen, aunque se suman en ocasiones plateados o dorados.
El altar se adorna con macetas de lenteja, alpiste, trigo, maíz verde y amarillo, así como figuras de animalitos de arcilla porosa sembrados con chía, lo que significa dar gracias a los favores de la virgen para obtener buenas cosechas en el campo.
La construcción de un altar se compone de siete escalones que simbolizan los siete dolores de la Virgen; es por ello que el número siete es recurrente y simbólico en el montaje del altar.
Asimismo, se colocan floreros con álamo, laurel, trébol, albahaca y romero, que son plantas de la época, las cuales aromatizan el altar y son con las que embalsamaron el cuerpo de Cristo.
La iluminación es definitiva, por ello se emplean lámparas de aceite y colorantes verdes, morados y amarillo, por ello, se inicia el altar en la tarde noche, para dar esa luz tenue.
Ahora el Ayuntamiento montó este altar con el apoyo de la Asociación Folclórica de Oaxaca, además de que promovió la instalación de estos en casas particulares, iglesias, centros culturales y ahora con comerciantes del Centro Histórico, sitios en los que pudo observarse destacadas réplicas.
Con el Stabat Mater del oaxaqueño Juan Mathías inició la Semana Santa
Estaba la Madre dolorosa junto a la Cruz, llorosa, en que pendía su Hijo, inicia el Stabat Mater que el compositor oaxaqueño, Juan Mathías de los Reyes compuso, emblemática pieza de la Semana Santa con la que la tarde de este viernes inició con un soberbio concierto del Viernes de Dolores.
Teniendo como marco la capilla del ex convento de Santa Catarina de Siena, el Coro de la Ciudad a cargo del maestro Israel Rivera Cañas, acompañado del sexteto Wolfgang Amadeus Mozart recibió la ovación del público asistente, entre los que se encontraba el presidente municipal, Luis Ugartechea Begué.
El programa preparado para el recital de este sexto viernes de Cuaresma, no pudo ser mejor al intercalar poemas del Romancero La vía dolorosa de Benjamín Sánchez y una exquisita selección de música sacra muy apropiada para esta época.
Inició con Adoramuste Christie de Teodoro Dubois para continuar con el poema Jesús es condenado a muerte y la pieza Pie Jesús de Gabriel Fauré y el poema Jesús encuentra a su madre santísima.
Con la voz de la soprano Ivette Eunice se interpretó Oh Jesús dulce alegría de Johan Sebastian Bach, acompañado del poema Jesús es bajado de la Cruz y el Ave rerum corpus de Wolfgang Amadeus Mozart, así como el poema Jesús es sepultado y se cerró con el Stabat Mater de Juan Mathías.