Migración y adicciones, maldición del progreso
Oaxaca, Oax., 27 de febrero 2011 (Quadratín).- El Consejo General del Instituto Estatal Electoral habrá de renovarse en la primera semana de abril de este año y, si para entonces la LXI Legislatura no hubiera aprobado reformas constitucionales relacionados con el procedimiento de su integración y su estructura misma, o por lo menos, modificado el Código de Instituciones Políticas y Procedimientos Electorales, entonces es casi un hecho que todo quedará en manos de los partidos políticos y sus representaciones parlamentarias.
De acuerdo a lo establecido en el artículo 85 del CIPPEO, el Consejo General (el presidente y seis consejeros electorales) se integra a propuesta de los grupos parlamentarios.
En los usos y costumbres del viejo régimen el mecanismo que de facto prevalecía para su integración era el siguiente: el presidente era facultad del gobernador del estado y de las seis consejerías dos correspondían al PRI, otras dos al PAN y dos más al PRD.
No resultaría sorpresivo que eso volviera a ocurrir en esta ocasión sobre todo porque de dicho mecanismo el partido más beneficiado políticamente sería el PRI, tal como sucedió con la integración del Tribunal Estatal Electoral.
Sin embargo, es probable que frente a la presión que pudieran ejercer las organizaciones de la sociedad civil e instituciones académicas se opte por no cerrarle las puertas a las candidaturas ciudadanas.
Ojalá que por lo menos en esta ocasión pueda volverse sobre esta ruta que con notable éxito se instrumentó en la integración del primer Consejo General del IEE a principio de la década de los noventas, pues el escenario óptimo de una renovación del órgano electoral con un nuevo marco constitucional no parece que se podrá alcanzar.
Juegan en contra el fin del primer período ordinario de sesiones de la LXI Legislatura para este 31 de marzo y la escasa voluntad política demostrada hasta ahora por la fracción parlamentaria del PRI para procesar todo el paquete de reformas constitucionales propuestas por el gobernador Gabino Cué y en donde los órganos autónomos constituyen un tema central.
Sin embargo, es probable que por lo menos las fracciones parlamentarias del PAN, PRD, PT y PC intenten modificar el CIPPEO para así abrir una válvula de escape a los reclamos ciudadanos de menos partidos y más sociedad en la integración de los órganos autónomos.
Sería una buen señal que tal propósito pudiera concluir en nuevas reglas no solamente para despartidizar al Consejo General del IEE sino también para restituirle su autonomía y credibilidad.
Los que se apuntan
A quién quiera escucharlo, pero el presidente en turno del Consejo General del IEE, José Luis Echeverría, no se cansa de vociferar que ya tiene luz verde del PRI para que su sucesor sea el Director General, Othoniel Melchor Peña Montor, el mismo que durante el pasado proceso electoral tuvo bajo su responsabilidad las siguientes licitaciones, todas bajo sospecha de no sujetarse a la normatividad en la materia: Servicio de Monitoreo General a las Estaciones de Radio y Televisión; Elaboración de Material Electoral, Programa de Resultados Electorales Preliminares e Impresión de Boletas Electorales. Todas por un monto superior a los ochenta millones de pesos. Y quien también ya se movió y salió en la foto, pero mal retratado, es Jorge García Revilla , exVocal Ejecutivo del Consejo Local del IFE, cercano al expoderoso grupo Tecnológico que por dos décadas llegó a tener el control de la estructura de buena parte del aparato electoral de Oaxaca. Pero hoy a Jorge García, sin duda con una amplia experiencia electoral, no lo quiere el ala dura del PRI. Y sus voceros ya lo expresaron públicamente.
Pero la ruleta de la sucesión en el IEE apenas empezó a girar.
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Foto: archivo