Y ahora ¿qué hacemos con Trump?
Oaxaca, Oax. 9 de diciembre de 2010 (Quadratín).- No es mi costumbre servirme de las columnas políticas para salir en defensa de servidores públicos. Esta es la primera ocasión en que lo hago poniendo ante todo el humilde prestigio que me he ganado como asesor legislativo en las cámaras federales, como servidor público en el gobierno federal y del Distrito Federal, y hoy como colaborador de Quadratín.
No es fácil hacer una defensa de un servidor público, sobre todo, cuando dicho servidor público no lo requiere, no lo pide y no lo necesita, por que tiene de su lado, su propio prestigio, ganado a pulso en los diferentes cargos que ha desempeñado y sobre todo, cuando ha demostrado que la razón jurídica le asiste.
No es fácil hacer una defensa de un servidor público, sobre todo, cuando la estrategia política de un partido político de oposición busca centrar sus ataques al gobierno que inicia, fundado en los posibles yerros que este pueda cometer, pero así es la política y así son los riesgos del servicio público.
Pero de Gerardo Cajiga, a quien conocí como discípulo del maestro José Muñoz Cota, cuando corrían los años de 1988, en las instalaciones del CREA (que luego daría paso a la actual CONADE, antes INJUVE), cuando lo dirigía don Heriberto Galindo Quiñones, sinaloense y uno de los políticos y diplomáticos más preparados, allá por la calle de Serapio Rendón, en la colonia San Rafael, cerca de la logia del Valle de México; me debo por congruencia y por principios, por esa generación de jóvenes ávidos de aprender y aprender de las enseñanzas de Muñoz Cota y de su esposa, la maestra Licha, a sumarme a las voces de quienes reconocen en Cajiga Estrada, un funcionario eficaz, eficiente, cuya honestidad está a prueba de los ataques e infundios, pero que fue sujeto y objeto de la feroz persecución política que el gobierno de Vicente Fox inició contra los ex servidores públicos del gobierno de Ernesto Zedillo.
De ahí, que es importante que el hoy Secretario de Finanzas del gobierno de la transición haya presentado no sólo su declaración patrimonial, sino también los documentos donde se asienta que el Primer Tribunal Colegiado en materia administrativa falló a su favor el 6 de octubre de 2006, quedando asentado que la inhabilitación estaba infundada y anulada.
Es importante señalar que el procedimiento administrativo llevado a cabo por la entonces Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo (Secodam), hoy función pública, fue favorable a la defensa y a la impugnación presentada por el hoy Secretario de Finanzas del estado, cuando dicha dependencia pretendió actuar de manera injustificada e indebida en su contra.
No hay que olvidar la coyuntura política que rodeó el caso de la compra de aviones y helicópteros para la PFP, ya que el arribo a la presidencia de la República de Vicente Fox obligaba a una revisión y ajuste de cuentas con la administración priista, por lo que los órganos de vigilancia, auditoría y control buscaban fabricar culpables en aras de demostrar supuestos actos de corrupción del gobierno de Zedillo.
Lo importante y más relevante es que el propio servidor público, economista egresado del ITAM, con una larga y reconocida trayectoria en el servicio público, se defendió jurídicamente de las denuncias que se le imputaban por parte de la Secodam y ante la segunda sala regional del Tribunal de Justicia Fiscal con expediente 4326/02/17/02/8, obtuvo el tres de noviembre de 2002, una sentencia favorable que declaró la nulidad de la acusación, certificando que no había responsabilidad en los hechos que se le imputaban.
Es por ello, que en la coyuntura política actual, en la estrategia que el propio círculo de Ulises Ruiz se ha diseñado, existan diputados federales y locales que pretendan iniciar una serie de ataques mediáticos y en las redes sociales para señalar que Gerardo Cajiga está inhabilitado para el ejercicio público.
Lo más importante es que quienes lo llegamos a conocer mucho antes de la función que actualmente desempeña, reconocemos que pondrá todo su esfuerzo, experiencia y lealtad al servicio del pueblo y del gobierno de Oaxaca. Al tiempo.