Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
Oaxaca, Oax. 30 de noviembre de 2010 (Quadratín).- Una de las tradiciones que caracterizaron por décadas al sistema político mexicano fue la del último día del presidente. Conocedor de las reglas del viejo sistema, los presidentes de la república que antecedieron a Vicente Fox, comenzaban a abandonar la casa oficial de Los Pinos, con la melancolía de no poder separarse del poder.
El saber y reconocer que a partir de ese día terminaban los privilegios, el sospechar que a partir de ese día ya no podría por si alguna vez lo había hecho- transitar de manera tranquila por las calles, plazas comerciales, balnearios y playas, sin que algún ciudadano pretendiera saludarlo o lo peor, insultarlo.
El último día, según la tradición priista establecida por el propio sistema, se sabía que los medios de comunicación terminaban de alabar al presidente, que ya no habría más columnistas políticos, comentaristas de radio o funcionarios incondicionales que a todo dirían Sí señor presidente.
El último día del presidente, es casi similar, guardando las proporciones debidas, con el último día del gobernador que por fin y después de seis largos y tortuosos años concluye su gestión. Ulises Ruiz termina su gestión con la peor calificación que el pueblo oaxaqueño le habían dado a Heladio
Ramírez, Diódoro Carrasco y José Murat.
Ulises Ruiz llega al último día de su gestión, con la sospecha de actos de corrupción de sus funcionarios públicos, de enriquecimiento ilícito, de depósitos bancarios realizados en otras entidades; llega al último día de su gestión con el rechazo de más del 70 por ciento de los oaxaqueños según la última encuesta levantada.
¿Qué hará Ulises Ruiz en sus últimas horas como gobernador?, ¿Se preparó psicológicamente para asumir que en unas horas dejará de ser el gobernador de la entidad y que muchos ya no le responderán el teléfono?, ¿Se preparó para tomar sus cosas y abandonar la entidad tal como lo hicieron sus antecesores?, ¿Buscará la senaduría por el PRI?, ¿Recogió y guardó todos los documentos, pruebas, fotografías, grabaciones, etc., que tiene de cada uno de los dirigentes políticos, diputados, presidentes municipales a los que benefició de manera directa o indirecta?
Ulises Ruiz vive sus últimas horas como gobernador del estado. Hace cinco años escribí en otra colaboración que los saldos de su gestión habían llevado al atraso y la marginación a Oaxaca 25 años atrás; que restaurar las heridas de la sociedad oaxaqueña lastimada por la represión causada a dirigentes sociales y partidos políticos, a empresarios y autoridades, sería un costo político muy alto que tendría que pagar al final de su administración.
El último día de un gobernante debe ser también de reflexión, saber que después de las doce de la noche del 30 de noviembre de 2010 tendrá dos opciones: preparar su defensa jurídica y política, a través de sus incondicionales, o retirarse del estado al ostracismo político por un año, con el fin de que se calmen las aguas turbulentas que vienen aparejadas con la transición.
Ulises Ruiz enfrentará el mismo ataque mediático que hoy enfrenta Amalia García, pero él tiene una ventaja política, cuenta aún con el respaldo político de cientos de diputados federales a los que con recursos del estado apoyó en sus campañas.
Ulises Ruiz tendrá la misma suerte política de sus antecesores. No se pueden acercar tan fácilmente por el estado, pero finalmente es lo que menos le importa, su futuro al menos el económico está asegurado.