
Europa, tercer socio comercial después de China y EU: Pedro Haces
Oaxaca, Oax. 27 de noviembre de 2010 (Quadratín).-Cuatro años. Seis años 2010
Mi apoyo, solidaridad y respeto a Víctor Raúl Martínez y Rebeca Luna
Lo vivido hace ya cuatro años en momentos pareciera que es un sueño; de esas utopías que se quedan en los pensamientos de algunos soñadores, algo que figura enterrado en esa memoria a largo plazo que pareciera hoy no amenaza con volver, como el intocable de URO, que en su promo de despedida,
promete vernos pronto.
El 25 de noviembre de 2006 fue el día de la estocada, el final, las últimas acciones del Estado mexicano para terminar con la lucha que desde junio había iniciado; dicho golpe trastocó el alma de quienes se habían atrevido, aún con la conciencia de saber a quien se enfrentaban, cuando en campaña
Ulises ya les había advertido que terminarían las marchas y los plantones; con todo y eso en la etapa final muchos salieron a pesar de las caravanas de la muerte; de los asesinados; aquellos que murieron pensando que el cambio estaba
presente, aquellos que sin importarles fueron sacrificables, ofrendando su sangre, vida, sueños en esta lucha, llamada la primera insurrección del
siglo XXI, Oaxaca le mostró una vez más al mundo que era de ahí donde nuevamente se gestaría el grito de ya basta, donde la unión de los pueblos, organismos sociales, dejaba de lado las envidias, los protagonismos.
Donde el objetivo común era uno, sacar a Ulises, el despreciable, el que les había robado el derecho a que se generará un cambio desde hace seis años que muchos habían votado por Gabino Cué y que denunciaron que Ulises arrebató la gubernatura a quien el pueblo había ya elegido desde entonces; el enemigo era uno, aquel que asesinó a todo aquel que se oponía, aquel que ayudo a pederastas a no ser detenidos, que silenció medios de comunicación formales o no, que coptó conciencias de muchos que en su momento expresaron su repudio, su necesidad de derrocar el tiránico poder que desde Miami, DF, o Oaxaca ejercía, aquel que brindo esas hieles del poder, a la llamada burbuja y quienes ahora o están muertos o son diputados federales,más tarde compartió ese queso añejo tan selecto pero que finalmente apesta, con muchos que se llenaron la boca de señalarlo como su enemigo y quienes finalmente cedieron seducidos por el ofrecimiento del mejor mapache de México.
Hoy estamos a unos días de que ese común denominador se vaya, con una APPO, dividida, con un movimiento social lleno una vez más de vampiros del dolor, con muchas conciencias compradas, con asesinatos que parecieran son las piedras que hay que limpiar para lo que viene la dirigencia nacional de su partido añejo; en algunos momentos y con esa seguridad que rebasa la autoestima Ulises se muestra fortalecido convencido de que volverá. Para muchos la esperanza es que vuelva a Oaxaca pero a la cárcel, a pagar el dolor de todo lo antes mencionado, pero también para mostrarle al pueblo de Oaxaca que como se ha dicho las cosas a partir del 1 de diciembre serán diferentes, el compromiso inicia justo este 1 de diciembre, cuando la justicia se vislumbra puede ser diferente.
Este 1 de diciembre, el cual cristaliza el sueño no del 4 de julio de 2010, si no el sueño que inició el 1 de agosto de 2004 cuando muchos aseguran Gabino ganó, hoy llego el momento de Oaxaca, seis años de espera, cuatro años de memoria, de heridas abiertas.
Hoy llegó el momento de pasar de ser espectador a actor, empezando a curar las heridas profundas de un Oaxaca recóndito que duele y que tiene la esperanza de que finalmente pueda tener un gobernadora la altura de su pueblo.
El Oaxaca lleno de expectación de ser ahora sí representado por quien busca solucionar, escuchar, dialogar, trasparentar, comprender, que la diversidad
de realidades en esta tierra es su peculiar característica y que parece indicar todo esto se dará sin reprimir, más aún porque en su momento Gabino.
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