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Oaxaca, Oax. 2 de junio de 2010 (Quadratín).- Al cumplirse un mes de la campaña constitucional en pos de la gubernatura de Oaxaca, la figura de Gabino Cué destaca como la amplia ganadora respecto de los otros tres aspirantes.
Cuando faltan 32 días para el evento comicial del 4 de julio, no existe ninguna duda: el próximo gobernador del estado de Oaxaca será el actual senador con licencia, Gabino Cué, candidato de la coalición Unidos por la Paz y el Progreso.
Y ha tenido que ser así, porque Gabino encarna una de las mejores y más fuertes figuras de la oposición de todos los tiempos en que un solo partido ha mantenido el control del Poder Ejecutivo.
A esta conclusión se llega luego de observar que en los resultados de todas las encuestas serias, de las ocho que se han realizado entre el 6 de marzo y el 26 de mayo pasados, Gabino se coloca siempre a la cabeza en todas las mediciones.
Por ejemplo, en las tres mediciones de Parametría, publicadas los días 6 de marzo, y 13 y 26 de mayo, Gabino se ubicó con 40, 36 y 40 puntos respectivamente de la preferencia electoral bruta, con una ventaja sobre su más cercano competidor de 10, 12 y 10 puntos.
La intención del voto recogida por las empresas ARCOP ( 13 de abril); IPSOS (29 de abril); el diario Reforma ( 20 de mayo), y El Universal ( 24 de mayo), indican una considerable ventaja para el abanderado de los partidos PAN, PRD; PT y Convergencia con 38, 42, 40 y 38 puntos. Es decir, Gabino adelanta con una ventaja de 12, 7, 10 y 4 puntos (ver gráfica adjunta).
Finalmente, la realizada por la Universidad José Vasconcelos revela que el abanderado del cambio y la transición democrática ganaría con una diferencia de 52 contra 43 puntos del candidato de Ulises Ruiz: 9 puntos arriba.
De cualquier modo, el rango ha ido de los 4 a los 12 puntos de diferencia, lo cual indica el enorme potencial que como propuesta surgida de la misma sociedad tiene el hombre que representa la única posibilidad de encabezar un gobierno honesto, responsable y alejado de la frivolidad y la corrupción:
En fin, un gobierno con rostro humano que represente los intereses de una mayoría decidida a cambiar el rumbo de la historia de Oaxaca.