Garantiza TEPJF alternancia de género en el PAN
Oaxaca, Oax., 18 de enero de 2010 (Quadratín).- Más allá de que la crisis económica tenga su origen en desajustes del mercado mundial es innegable que el costo se resiente cada día en el bolsillo de los trabajadores y la población de menores recursos económicos, por lo que instituciones del Estado con el sector privado deben instrumentar mecanismos de compensación que aminoren el sufrimiento de muchos mexicanos, aseveró Gabino Cué Monteagudo.
Al condenar que algunos comerciantes, sin autorización oficial estén aplicando aumentos al precio de diversos productos de primera necesidad, incluso de la canasta básica, el legislador sugirió revivir el pacto entre gobierno y sectores productivos como el que funcionó en los inicios de la actual administración federal. Esto con el fin de frenar la escalada inflacionaria y que no se cargue el costo de la crisis a los que menos tienen.
Cué Monteagudo recomendó asimismo, reforzar con urgencia los programas de abasto popular y fijar precios topes a productos tan necesarios para la alimentación de las familias mexicanas como la tortilla y el pan.
De igual forma, deben recuperarse los mecanismos de concertación con los diferentes organismos del sector productivo para que no se siga agravando más la economía popular.
La Federación y los gobiernos estatales deben poner su parte ofreciendo facilidades para solventar impuestos a bienes y servicios públicos para quienes por cuestiones de desempleo, edad y condición económica, no pueden cumplir con el fisco, subrayó.
Licenciado en Economía y ex presidente municipal de Oaxaca de Juárez, en entrevista comentó que la crisis también es consecuencia de ineptitudes, corrupción y complicidad de funcionarios con especuladores financieros que han llevado a la economía a la bancarrota.
Tras reiterar su no rotundo al alza de las gasolinas, gas y tarifas de servicios básicos, Gabino consideró que cualquier reforma económica que esté a discusión en el Congreso próximamente, deberá tomar en cuenta castigos para quienes viven de la especulación financiera, y en cambio que se financie el empleo y apoye a la planta productiva en la ciudad y en el campo.
Recomendó anular regímenes fiscales de excepción a quienes por años han resultado favorecidos, pues de esta forma podrá promoverse una reforma económica integral que propicie el desarrollo nacional y beneficie al grueso de la población que en esta durísima cuesta de enero está sufriendo estragos.