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Oaxaca, Oax. 8 de octubre de 2009 (Quadratín).- El Presidente y Secretario General de Convergencia, Mario Mendoza Flores y Víctor Hugo Alejo Torres, denunciaron las contradicciones y mentiras emitidas por Ulises Ruiz Ortiz en relación al procedimiento sancionatorio o juicio político que debe iniciarle el Congreso del estado por haber violado las constituciones federal y local, tal y como se desprende de la queja que se declaro fundada por parte del consejo general del IFE.
Es público que URO declaró aceptar lo que resolviera el Congreso del estado y que acataría la sanción correspondiente, sin embargo dijo Víctor Hugo Alejo, utilizando una argucia legal le solicito al mismo juez que le negó hace días el amparo, le concediera una suspensión provisional que ordene dejar el estado de las cosas en que se encuentra, es decir, que no se inicie el procedimiento en su contra y el juez primero de distrito le concedió tal medida, misma que tendrá que resolver si es definitiva o no el próximo 16 de los corrientes.
Así mismo, señalaron que para Convergencia Ulises Ruiz no se burla de su partido o de la sociedad oaxaqueña sino de si mismo porque dice una cosa y termina haciendo otra.
Si bien podrá prolongar el inicio de dicho procedimiento, no podrá escapar al trámite del mismo porque tarde o temprano se tiene que iniciar ya, pues dicha medida precautoria no debió haberse otorgado puesto que la misma se solicita a la presentación de la demanda y una vez resuelto el juicio lo único que procede es el recurso de revisión y la queja del consejo general del IFE sostuvo Alejo Torres.
Finalmente puntualizó que lo resuelto en el expediente sup-rap-180/2009 de la Sala Superior del Tribunal Electoral son cosas juzgadas y por tanto alcanza el rango de sentencias definitivas mismas que son inatacables y el tiempo para combatirlas transcurrió con exceso por lo que Convergencia exhorta a que uro se comporte como hombrecito y él mismo se presente al Congreso del estado a demandar se habrá el procedimiento en su contra y no pretender esconderse en las faldas de sus afines del Congreso o de sus abogados.