Avanza la rendición de cuentas como política de Estado: Colmenares
OAXACA, Oax. 30 de julio de 2014 ( Quadratín).- Para Anselmo Ortiz, diputado del PRD en Oaxaca, la próxima elección del PRD es una posibilidad para consolidar a este partido con ideas de vanguardia.
«Sin miedo al futuro, abierto al cambio, a las ideas de vanguardia», comentó.
El PRD tendrá por primera ocasión una elección organizada por el recién creado Instituto Nacional Electoral (INE) el próximo 7 de septiembre.
Y según el legislador esto no solo será un cambio de su dirigente e instancias deliberativas, sino algo más trascendente, como es su posibilidad de futuro y transformación.
Las reglas del nuevo modelo electoral, serán el factor que marcará la diferencia, comentó el legislador.
Reiteró que la participación del INE brindará mayores garantías para la tutela de principios rectores como el de certeza, imparcialidad, independencia, legalidad y objetividad.
Así como el de “máxima publicidad”, que tiene como objeto incrementar los niveles de confianza ciudadana, a través de la “consulta de información pública” relacionada con los procesos electorales.
A esto se agrega, la existencia de una nueva Ley General de Partidos Políticos, que representa un giro en la vida interna de los partidos.
«La dificultad para concretar acuerdos, las decisiones verticales o la tentación de la violencia y la polarización» pueden cambiar si se respeta lo escrito en esa ley.
Las elecciones del próximo 7 de septiembre, expuso, están llamadas a ser un parteaguas en la vida partidista del PRD.
Su significación consiste, en ser una apuesta por el futuro y no una continuación camuflada del “establishment” predominante.
Anselmo Ortiz pidió a los perredistas construir una izquierda moderna, con base en el diálogo, respetuosa de la legalidad y generadora de propuestas.
Recordó que el instituto político, que había emergido del liderazgo de Lenin y encabezado la Revolución de Octubre de 1917, “claramente” había perdido su capacidad para transformarse.
De ser la fuerza “revolucionaria”, que condujo al establecimiento del primer Estado Socialista, había pasado a convertirse en una entidad hegemónica que no sólo anulaba la democracia en sus filas, sino que perseguía la oposición fuera de ella.
Por ello se dio el alejamiento progresivo de los intereses y necesidades colectivas, y luego -más temprano que tarde- la pérdida de propuestas y proyectos que motivaran el apoyo popular.
El legislador perredista aseveró que el “autismo político”, parece ser en este sentido, el primer síntoma de una organización política que se ha quedado sin futuro, ajena a la realidad y los cambios, como el Quijote de la Mancha: se empeñan en ver gigantes, donde sólo hay molinos de viento.
A la elección del próximo siete de septiembre, “el Partido de la Revolución Democrática, llega convencido de la oportunidad histórica que representa avanzar en su democratización interna, mediante elecciones organizadas por una autoridad independiente y mecanismos que permitan el escrutinio público”.
Sin embargo, dijo que el camino no será fácil ya que todo proyecto tiene acechanzas y peligros, pero la mayoría de perredistas confía en su fortaleza y prudencia para saber efectuar con éxito “el salto cualitativo” que se requiere.
Anselmo Ortiz aseveró “ya lo hicimos en 1988, cuando de ser una fuerza clandestina y testimonial, logramos confluir con otras fuerzas políticas de izquierda en un Frente Democrático altamente competitivo, que puso en jaque al partido político predominante”.
También en 1997, cuando el PRD logró la victoria electoral en el primer gobierno electo democráticamente de la Ciudad de México.
Y así también, señaló, “ya lo hicimos en 2010 en Oaxaca, cuando abrimos paso a la alternancia y paulatinamente hemos aumentado nuestra presencia en los gobiernos municipales”.
*Diputado de la Fracción Parlamentaria del PRD en la 62 Legislatura del H. Congreso del Estado de Oaxaca