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MÉXICO, DF, 28 de octubre de 2015.- Una vez aprobada en la Cámara de Diputados la Ley de Ingresos Federal 2016 y las leyes que integran la conocida Miscelánea Fiscal (LISR, LIEPS, LFD), el trabajo legislativo sobre el gasto público en 2016 recién se intensifica en estos días, de aquí al 15 de noviembre estaremos en el análisis, la discusión y eventualmente la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación; es decir, la aprobación sobre la distribución del presupuesto que el Gobierno Federal ejercerá para el 2016 –que dicho sea de paso- esta es una facultad exclusiva de la Cámara de Diputados.
A continuación comparto tres reflexiones sobre la política presupuestal federal y su ejecución, con referencia a Oaxaca. Es imprescindible mejorar la eficacia y progresividad el gasto público federal, porque 2016 será un año difícil en términos de crecimiento económico y el gasto público federal debe servir como amortiguador ante la insuficiente dinámica de la inversión privada.
Primera. Resulta vital que durante el 2016 se tenga flexibilidad presupuestal para incentivar la implementación de la reforma educativa. Resulta que las entidades federativas que enfrentan mayores retos de implementación, Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán, son también las que arrastran déficits estructurales por la aplicación de la anterior fórmula del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEB), con nóminas solo parcialmente cubiertas por el Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa (FONE).
Si se quiere favorecer la implementación de la reforma la SHCP debería considerar pagar el impuesto sobre nómina estatal, compensar con un fondo como propone David Colmenares, por el diferencial entre lo que señalaba la Ley de Coordinación Fiscal y lo pagado entre 2008 y 2014, así como identificar y fortalecer conjuntamente con las autoridades educativas estatales las incipientes capacidades administrativas y de gestión educativa. Todo lo anterior requiere flexibilidad y recursos que son baratos en relación con el costo de permanecer en la pésima calidad educativa.
Segunda. Entre las propuestas que desde el gobierno de Oaxaca presentamos, resulta fundamental flexibilizar el esquema de los pari passu no imponiendo un porcentaje mayor al 25 por ciento a fin de facilitar el ejercicio de los recursos federales que deben ejercerse conjuntamente con recursos locales.
Para ello resulta prioritario que las aportaciones pendientes o aportaciones concurrentes entre gobiernos, no se carguen a los gobiernos entrantes y que si las entidades no pueden aportar su parte en una primera instancia, no pierdan en automático el recurso federal, ya que con esto se crea un círculo vicioso de ineficacia operativa, lo cual con frecuencia puede afectar la prestación de servicios educativos de educación media superior.
Tercera. Es necesario actualizar el Fondo Metropolitano (Fomet) y provocar sinergia de sus reglas de operación con las de Banobras de tal forma que se pueda establecer un programa especial para apoyar a las 12 zonas metropolitanas que actualmente se encuentran excluidas del FOMET, entre las que se encuentra la ‘Zona Metropolitana de Tehuantepec’, Salina Cruz y Coatzacoalcos-Minatitlán, y así apuntalar el desarrollo económico y social de los habitantes de estas zonas.
Éstos son solo algunos de los planteamientos que discutiremos con nuestros diputados federales, aunque no son los únicos. Sin embargo, me parece fundamental presentar propuestas que establezcan medidas de eficacia y progresividad del gasto, que permitan dejar claro en las mesas de negociación del presupuesto la necesidad que existe en las entidades federativas por contar con procesos que se contrapongan a la creciente opacidad en el manejo de los recursos públicos federales.
La batalla presupuestal apenas comienza, en la hoja de ruta aún faltan las reuniones que habrán de llevarse a cabo con los funcionarios de la Subsecretaría de Egresos de la SHCP, así como con los legisladores que integran la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública en San Lázaro, por ello es una prioridad mantener y seguir construyendo canales de comunicación con los actores políticos.