Expulsión de Santos impulsa vuelo alto de América
MORELIA, Mich., 22 de junio de 2016.- El 22 de junio de 1986 en la Ciudad de México, Diego Armando Maradona se convirtió en leyenda al protagonizar dos de las jugadas más icónicas del futbol y el deporte mundial.
El Pelusa ya era un estrella del balompié, pero aquella tarde de domingo en el Estadio Azteca entró en el selecto grupo de los mejores de la historia.
Los cuartos de final del Mundial del 86 se inclinaron para quienes días más tarde se proclamaran los Campeones del Mundo, pero una mano y una genialidad quedaron en memoria de todo el orbe.
Al minuto 51′, entre Valdano y Hodge que pretendía regresarle la pelota a su portero, Maradona anticipó y salto para desviarle el balón al arquero con la mano, aunque en primera intención lució como un cabezazo.
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