Trump ha impedido que una mujer sea presidenta, ¿lo hará de nuevo?
Raúl Ávila Ortiz | Oaxaqueñología
A la memoria de don Jose Estefan Acar
Desde Santo Domingo Tehuantepec
SANTO DOMINGO TEHUANTEPEC, Oax., 4 de agosto de 2019.- La política es la actividad superior del ser humano, la que establece relaciones de identidad, comunicación e influencia con los otros para lograr fines individuales y colectivos.
La política se ejerce como vocación con ética de la convicción y de la responsabilidad, según advirtió Max Weber.
Ética de la convicción porque los actos del político deben estar motivados en la legítima ambición y el deseo de participar, influir, movilizar, decidir, cambiar, preservar, transformar.
Ética de la responsabilidad porque la política no es solo decisión entre inconvenientes mayores y menores sino también un delicado equilibrio entre valores y principios desde lo privado, personal y familiar hasta lo social y lo propiamente público.
Es la emoción en la acción y la racionalidad en la decisión. La ponderación entre bienes valiosos que defender, promover y garantizar. La preocupación y la actuación permanente junto a la reflexión juiciosa. El arrojo y el cerrojo.
Saber decir que si, pero también que no porque hay límites.
La política es la constancia cotidiana y la alegría al concretar los objetivos posibles en la economía de los medios y la viabilidad de las circunstancias
La política puede no ser científica más al menos debería apoyarse en la experiencia, la inteligencia y el sentido común.
La política es la comprensión de lo que se ha sido y hecho en el pasado para encauzar el presente hacia un mejor futuro.
La política es egoísmo y competencia, motores silenciosos de la acción interesada, pero a la vez puede y debe ser nobleza y cooperación en orden al interés común.
La política es, cuando llega el momento, parsimonia activa y gozo de los frutos cuya semilla fue sembrada a tiempo para despedirse acompañado por la generosa sombra de los contemporáneos.
Don José Estefan Acar simboliza y evoca todo eso y más.
Buen camino hacia Oriente que desde Poniente, Septentrión y Mediodía se te recordará y honrará en tus justos méritos, que fueron muchos y muy relevantes.
Porque enseñaste, simplemente, que ser político es ser humano.