Día 17. EU perdió control del mundo el 9/11 y el Capitolio 2021
CIUDAD DE MÉXICO, 7 de agosto de 2020.- Con la velocidad que sólo caracteriza a los fenómenos virales, el video de la golpiza de pasajeros de una combi a su asaltante es un tema que pasó de ser visto, a generar sentimientos y emociones, volverse memes, y claro, llegar al análisis.
Ello porque ha habido un debate interesante en el que merece la pena participar, más de uno ha dicho que en una situación así hubiera hecho lo mismo, sumarse a la golpiza, pocos o casi nadie para ser justos habló de meter paz.
Sin embargo, como bien señaló Alejandro Hope: “No podemos celebrar lo ocurrido en esa combi. No podemos aplaudir la venganza. No podemos ver con buenos ojos que una turba muela a golpes a una persona, así se trate de un asaltante, un asesino o un violador. No podemos adoptar la ley del talión como código ético, así sea por imperativo categórico o por cálculo egoísta: no sabemos si algún día no seremos nosotros, por la razón que sea, el objeto de la furia incontrolada de una multitud” (El Universal, 5 de agosto 2020).
De todo se pudo leer en redes sociales en estos días sobre el tema, por ejemplo el escritor Juan José Rodríguez comentó: “La cultura del linchamiento no solo viaja en combi: viaja en el ciberespacio, en la conversación del café matutino, en los labios de los niños y la aprobación de los paterfamilias”.
También los números hablan, de acuerdo con el Sistema Ejecutivo del Secretariado de Seguridad Pública en el informe “Incidencia delictiva 2020” en el renglón “Robo en transporte público individual” en lo que va del año las cifras mensuales arrojan los siguientes resultados: enero 221, febrero 181, marzo 228, abril 66, mayo 70 y junio 82.
Sin embargo hay que hacer un cruce con el tema de percepción de seguridad que mide la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del INEGI, donde descubrimos que el 72.9% de la población de 18 años y más considera que vivir en su ciudad es inseguro.
La figura del delincuente o criminal tiene otra lectura, nos lo dice Enzenberger: “El papel del criminal en nuestro mundo, sin embargo, no se explica institucionalmente. Si se le observa más detenidamente es todo un reparto de papeles lo que se le confía, lo cual le hace imprescindible y le eleva al rango de una figura mitológica” (Hans Magnus Enzensberger, “Política y delito”, 1968).
A este combo hay que sumar el de la impunidad, de acuerdo con una nota de Arturo Ángel en Animal Político firmada en diciembre de 2019, “los últimos tres años más de mil 300 personas fueron detenidas y puestas a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR) por sus presuntos vínculos con actividades del crimen organizado en México. Pero de todos ellos, apenas el 7% (98) fueron procesados por ese delito” (https://www.animalpolitico.com/2019/12/detenidos-crimen-organizado-juicio-vinculados/).
Remata Alejandro Hope su texto ya citado: “mientras no haya justicia, se van a seguir multiplicando los actos de furia y venganza”: Y es que es muy probable que empecemos a ver más videos con atacantes golpeados como ya empezaron a circular, y pasar de la Ley del Monte, a la Ley del Talión, y de ésta a la Ley de la Combi (idea escuchada del periodista Milton Rojo), con el riesgo que representa, esto es, que la turba pueda castigar con su ley, con golpes, con correcciones violentas a gente inocente.
Nada justifica la violencia, ni la violencia misma, el hartazgo de la gente por razones diversas y más en la coyuntura actual (crisis sanitaria, más crisis económica, más crisis de inseguridad) es un perfecto caldo de cultivo para que la gente tome el mando de lo que entiende por justicia, por ley, y se aplique a su medida.
Citando al más reciente expresidente mexicano, aquí les pregunto de haber estado en esa combi: ¿Qué hubieran hecho ustedes?
@rvargaspasaye