Día 18. Genaro, víctima de la seguridad nacional de EU
CIUDAD DE MÉXICO, 23 de diciembre de 2020.- Forzados por el poder presidencial absoluto, tres partidos políticos, alguna vez dominantes, decidieron juntarse para combatirlo.
El “TUMOR”, es decir, Todos Unidos contra Morena, no es la mezcla del agua, el aceite y el cochambre. Es la creación fugaz de los opuestos, ahora izquierdistas de derecha, reaccionarios socialistas y en medio, el indefinible PRI, heredero de una revolución sin fondos.
Si en las elecciones del 2018 Morena levantó del suelo el hartazgo social, la triple alianza, respaldada por la parte más empeñosa del empresariado y la sociedad civil, pretende capitalizar el rencor de quienes creen que es un horror estar con Obrador.
Por eso la primera reacción desde el poder de poderes fue un soplamocos contra los “machuchones” conjurados, representantes del antiguo régimen conservador, dominante, corrupto y privilegiado.
López Obrador los menosprecia. Asegura que, panistas, priistas y perredistas, se quitan las máscaras y se abrazan porque quieren arrebatar a Morena el manejo del presupuesto para frenar los programas sociales y despojar de dinero a los pobres.
A su vez, los aliados buscan acabar con las dádivas del clientelismo electorero, y atravesarle el camión a las ambiciones populistas, bravuconas y absolutistas del mandamás de Palacio, quien, rodeado de incondicionales, hace rifas, convierte a soldados en albañiles, cancela presupuestos, atropella la libertad de expresión y ubica a los poderes Judicial y Legislativo en calidad de lacayos.
El convenio para sumar las tres fuerzas, o unir las tres debilidades, aún se ignora. “Va por México”, podría durar el día y la víspera, a menos que los aliados sepan aprovechar el desencanto y la frustración social.
El presidente, no’más se burla.