
Oaxaca, invitado de honor en la FIL de Palacio de Minería
OAXACA, Oax., 10 de enero de 2021.- Escritores, espacios culturales y usuarios de redes sociales conmemoraron este domingo el 13 aniversario luctuoso del poeta, narrador, ensayista e historiador oaxaqueño Andrés Henestrosa, quien fue recordado no solo por su obra literaria, sino por su legado humanista.
Cuando yo muera
Niña, cuando yo muera
no llores sobre mi tumba;
toca sones alegres, mi vida,
cántame La Sandunga.
Nacido en Ixhuatán, el 30 de noviembre de 1906, Andrés Henestrosa inició sus estudios en Juchitán, hablando exclusivamente su lengua zapoteca hasta los 15 años, cuando se trasladó a la Ciudad de México, donde estudio Derecho, Filosofía y Letras, y Sociología, donde su maestro Antonio Caso le sugirió que escribiera los mitos, leyendas y fábulas que refería oralmente.
Toca el Bejuco de Oro,
la flor de todos los sones;
canta La Martiniana, mi vida,
que alegra los corazones.
Entre su obra literaria, se encuentra Los hombres que dispersó la danza, publicado en 1929, donde recreó e inventó, en prosa llena de brío y eficacia narrativa, cuentos y leyendas de su tierra zapoteca, tomados del acervo popular.
Su Retrato de mí madre (1940), mostró una evocación filial, ajena a todo sentimentalismo, expresada con una elocuencia sobria y vigorosa.
No me llores, no, no me llores no;
porque si lloras yo peno,
en cambio si tú me cantas, mi vida,
yo siempre vivo, yo nunca muero.
Henestrosa realizó una importante labor crítica, con ensayos, artículos y relatos, en páginas de revistas y periódicos, o como prólogos y contribuciones a diversos libros, siempre fiel a la exaltación de su pueblo y su pasado indígena.
Si quieres que no te olvide,
si quieres que te recuerde,
toca sones alegres, mi vida,
música que no muere.
Como uno de sus más grandes legados, Andrés Henestrosa fonetizó el idioma zapoteco, preparó el alfabeto y un breve diccionario zapoteca-castellano, en el que ese alfabeto se puso en práctica.
No me llores, no, no me llores no;
porque si lloras yo peno,
en cambio si tú me cantas, mi vida,
yo siempre vivo, yo nunca muero.
En la ciudad de Oaxaca, la Biblioteca Andrés Henestrosa lleva su nombre y consta de más de 6 mi libros, muchos de ellos de la biblioteca personal del escritor.