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OAXACA, Oax. 10 de agosto de 2024.- El escritor Cuahtémoc Peña Vásquez publicó su más reciente novela La Oscurana y el maestro Luis Zárate, conversó con él para hablar de la obra y de su proceso de escritura.
– Cuauhtémoc, acabas de publicar La Oscurana, Cuauhtémoc Peña ¿Qué se siente tener ya el libro en la mano?
– Eso me preguntaba justamente mi esposa, porque el libro me lo entregaron este miércoles (7 de agosto) y desde luego siempre es una emoción y en mi caso, creo que es el caso de la gente que, de la mayoría de las personas que trabajamos proyectos de este tipo, proyectos de cultura o en general, vamos, de pronto nos familiarizamos tanto con lo que hacemos, estamos tan cercanos con lo que hacemos, que perdemos la noción de lo que significa esto que estamos trabajando.
Entonces desde luego me emociona tenerlo, pero no es, tengo que ser muy sincero, no es la emoción que sentí cuando hace 28 años o 30 años publiqué mi primer libro, muy modesto en serigrafía, en esténcil, que fueron días como de regocijo.
Hoy desde luego estoy muy satisfecho y muy contento con la salida del libro, pero tengo que, insisto, ser sincero, la emoción es otra, pero quizá por la cercanía o en este caso específico con esta novela de La oscurana, es una novela que estuve trabajando durante muchísimo tiempo.
Entonces uno se va haciendo a la idea de que es un material que tiene que salir, que en algún momento va a salir, que es un trabajo arduo y pues ya cuando está es como, esta uno ya muy consciente de ese trabajo, no es sorpresivo sino ya, sabe uno que en algún momento va a salir y va a estar, ¿no?
– Pero pensaste en algún momento también que no saldría, ¿cuál fue el proceso? ¿cómo procedes para escribir?
– Sí, yo solo pensé que algún hecho nefasto, que una tragedia en mi vida podría evitar que saliera, porque siempre fue un proyecto pendiente, un reto pendiente, algo que me propuse y creo que, al menos en mi historia como escritor, estaba yo obligado a hacerlo, estaba yo obligado a escribir una novela de estas características que justamente cierra una etapa también, una temática de mi trabajo escritural de la narrativa.
Yo, mis libros anteriores, que son quizás 5 o 6 libros de relatos, tienen mucho que ver con esta parte de la oscuridad, con la muerte, con la oscuridad, con la violencia, con un poco las partes como poco explicadas de la vida y obviamente el erotismo, también todos mis libros están cruzados o mis cuentos por estas intenciones eróticas, amorosas,
– Sin ser forzosamente oscuras
– No, pero que sí se pueden mezclar, que sí se en este caso de los curan, por eso digo que esta novela cierra este proceso, creo que se amalgama bastante bien el erotismo con la oscuridad, con incluso el trópico no y que es un tema que yo tenía pendiente por mi origen, por las lecturas que yo había hecho, una de las primeras justamente tuvo que ver con una novela que cayó en mis manos cuando yo era adolescente que es de José Eustacio Rivera, es un colombiano, la novela es muy conocida en el contexto latinoamericano y que era eso o sea la exuberancia del trópico y todo lo que se siente el título lo dice, La vorágine, entonces me sedujo mucho ese tema y obviamente lo emparenté con mi región de donde yo nací, donde he tenido oportunidad de vivir un tiempo que es la costa y con algunas experiencias directas, indirectas también y ahí está La oscurana, pero creo que hoy después de este esfuerzo, porque sí ha resultado para mí un esfuerzo escritural, digo ya es tiempo de cerrar esto e incursionar en otra temática.
– Pero antes de que cierres el tema, tú eres un hombre que te vas de tiempo en tiempo, no sabemos exactamente a dónde vas, pero te vas, física y también mentalmente. No sé si vas a buscar a vivir historias para escribirlas, que es muy frecuente en escritores, por lo que he oído, eso me contaba Bryce Echeni, que dice yo viajo salgo y me puedes encontrar en cualquier lugar porque salgo a vivir lo que voy a escribir. ¿Qué es en tu caso irte?
– Sí, esto es importante del viaje, porque me recuerda también como estos preceptos que hay para escribir, que leí en algún momento, que es para escribir necesitas fundamentalmente el escritor necesita tres elementos, que es leer mucho, que se da por descontado, los libros hacen libros, viajar más, lo que significa viajar y por eso yo decía, a veces uno viaja sí físicamente, pero también uno viaja de otras maneras, ¿no?
– La misma lectura es un viaje.
– La lectura es un viaje, la conversación de aquí al Zócalo es un viaje y tener experiencias vitales, dicen, no, cómo estos tres elementos para la escritura, entonces desde luego yo creo que como escritor que soy requiero de esos tres elementos y de ahí la búsqueda, de ahí el que yo pueda física y virtual mentalmente, también trasladarme, hacerme de otras experiencias, llenarme de otros paisajes, ¿no? De otras realidades humanas,
– ¿Buscas temas o vas viendo y atrapando cosas?
– No, no, no, no busco temas, me gusta viajar y justamente los viajes nos permiten descubrir temáticas, descubrir tramas y creo que eso ha pasado, quiero adelantar y estoy en esa parte porque creo que todos vamos como evolucionando en estos procesos y justamente hoy yo con los años que tengo como persona y como escritor estoy como en ese proceso, en un trance de este proceso y creo que, tránsito de este proceso, y creo que hoy estoy más consciente de lo que quiero escribir y hacia dónde quiero enfocar esa escritura una vez que digamos pude ya descargar este tema que yo decía de mi, de la costa, del erotismo, de estas cosas, entonces yo hoy quiero sí como muy a propósito explorar un tema que para mí ha sido también importante
– ¿Cuál es?
– Es el tema justamente de mi origen, mi origen étnico, digamos no yo tuve la experiencia, yo soy originario de los pueblos negros de la costa de oaxaca
– Se nota un poco ¿sabes? se nota
– Ja,ja, sí, entonces al ser originario de estos pueblos, de pronto son pueblos que tienen muy poca historia registrada y que cuando nos preguntamos a diferentes pueblos, y que cuando nos preguntamos a diferencia quizá de los zapotecos, los mixtecos, de dónde venimos pues es un poco más difícil saberlo, ¿no?
– ¿Por qué?
– Porque, digamos, la diáspora, la llegada de africanos al continente, a México y a Oaxaca no se da solo por una línea o en un momento, ¿no? Son casi 300 años de arribo de población africana.
– Y África es un universo.
– Y que África además es un mosaico, ¿no? digamos, si es Guinea, si es, no sé, este es un mosaico. Tampoco no puedes decir África es una entidad. Entonces uno se pregunta de pronto o yo en lo personal y con mis hijos pues ¿de dónde venimos?, ¿no? ¿De dónde llegaron mis ancestros? Que además, generacionalmente, no se remonta mucho porque cuando uno habla de los ancestros africanos piensa que eso pasó, quién sabe y que hemos tenido tantas mezclas.
Pero no, realmente son seis, siete generaciones atrás, no es tanto pues, ¿no? No es tanto, quizá mis antepasados no llegaron en el primer siglo de la llegada de esclavos a América, ¿no? Quizá llegaron al final, yo no lo sé, quizá…
– ¿O no fueron esclavos o no llegaron como esclavos?
– Quizá procedían de África pero quizá fueron esclavizados y llegaron con los españoles ya porque hubo muchos esclavos o mucha población ascendiente africana que llegó pues con con los conquistadores y que llegaron acá no justamente como esclavos sino llegaron con otra función, entonces como verá eso para mí es hoy es muy interesante explorar y me he dado a la tarea de empezar a leer un poco de esa historia fascinante que como el autor me ha tocado ahora revisar por ejemplo en Oaxaca decir pareciera que Oaxaca no hubo esclavos negros y si uno va a los libros de fábrica de la catedral hubo 600 de negros trabajando o simplemente a la ver aquí las haciendas desde la Hacienda de Candiani y toda la cantidad de haciendas alrededor y siembra de caña, uno tiene que imaginar necesariamente que hubo población negra abundante en la ciudad de Oaxaca, en el estado, en las regiones, en la Costa, el Ismo, en la misma Cañada.
Es un tema para mí desafiante, es un tema nuevo y que creo que hoy sí quiero como muy a propósito explorarlo y quizá hacerlo materia literaria.
– Cuando se escribes, no llevas la idea de transmitir ninguna enseñanza, ninguna elección, nada, pienso y, o te pregunto, ¿son la vida de tus personajes el desarrollo de las historias que a la hora ellas mismas te conducen hacia caminos que no habías planeado, ¿no? ¿Cómo por este proceso de momento? ¿Cómo un personaje lo tienes con un hilo detenido o va viviendo su vida?
– Sí, es una pregunta compleja, pero en mi caso y creo que cada uno tiene como sus propios procedimientos, el mío, yo me resulta un tanto chocante la idea de estos libros de narrativa que se dan como más didácticos, que quieren enseñar, eso para mí, no, no, no lo consigo y no quisiera a la mejor algún lector dice sí, que estás mandando, hay un mensaje que quieres enseñar algo, pero pues no, no es mi intención, no es mi intención, este libro, esta novela incluso tiene algunas, algunos momentos, algunas imágenes porque la novela de La oscurana tiene como dos planos temporales y varias voces, tiene una voz por ahí que pretende que puede sonar, como que quiera aleccionar en algo, quizá el personaje, pero yo como escritor comulgo más en la idea de esta libertad creativa y la libertad que uno se tiene que dar, creo que es hoy de los pocos espacios de libertad que dispone uno su trabajo, lo que uno hace en la intimidad, entonces y eso es la escritura, porque ya en la calle somos observados, vistos públicamente, hoy en los medios y si se dice algo, si subimos una imagen seguramente todos nos o mucha gente opina, cuestiona, censura, eso que decimos, yo creo que la obligación de todo creador es en principio no censurarse, no limitarse, dejar la libertad y en este caso también y no es algo nuevo ni algo que yo esté formulando, luego lo he leído y lo he visto como fórmula, que uno tiene nuevo, ni algo que yo esté formulando, lo he leído y lo he visto como fórmula, que uno tiene que soltar a los personajes y que esos personajes como dicen algunos escritores tengan vida en su vida, su propia, su propio, y de pronto uno quizá como escritor tiene sí que batallar, que trabajar para contener un poco y que ese personaje, como todo ser humano, no se nos desborde tanto, no enloquezca tanto, no sea tan irreverente, se darán cuenta y creo que también ha sido la parte de mi propuesta en otros libros, es que cada personaje tenga lo suyo, incluso tengo dos, tres libros para niños, inclusive siendo libros para niños, personajes infantiles, pudiéramos decir, una abuela, un abuelo, el abuelo y la abuela son bastante libres en sus comportamientos, ¡como son los abuelos!, uno los ve bastante perfectos, educados, incapaces de algunas locuras, pero no es esa la realidad, como seres humanos son desbordados y en mi literatura infantil, justo los personajes así, tengo una abuela que fuma, que tiene pensamientos obscenos, y que alguna ocasión me dijeron, pero es que eso no es tanto para niños, pues ya lo decidirán los padres o los niños, pero sí me he encontrado en ese otro lado de libros para niños que son realmente aberrantes porque por la ideología por la lección por ingenuidad muchas veces por lo que quieren enseñar a través de esa historia, no eso, eso no es literatura eso es extraliterario eso no corresponde a la entonces en síntesis en el caso de mis personajes digo que que vivan y que sean los lectores quien lo juzgue no a final de cuentas lo único que puede suceder es que el lector diga qué malo que qué qué horroroso y dejar el libro no pero no estar porque creo que ella perdemos mucho los creadores cuando estamos pensando demasiado el qué va a recibir, el qué va a leer, y no estamos pensando en el proceso, en el objeto, ¿no? Eso, eso al menos con mis personajes.
¿Para cuándo la presentación?
Tenemos la primera presentación el viernes 16 de agosto a las 5:30 de la tarde en el auditorio del archivo general del estado, la ciudad de las Canteras, y una próxima presentación en la feria del libro.