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*México y Guatemala están unidos por fuertes lazos históricos y culturales: Francisco Javier Soria
María Teresa Cedillo Nolasco
En el contexto de su quincuagésimo aniversario, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) vislumbra grandes desafíos para México y para el mundo, todos ellos urgentes y muy difíciles, por lo que es importante lograr que la incomprensión y, sobre todo, el olvido no sean algunos de los grandes pendientes “que hasta nuestros días mantenemos como región y como humanidad”, expresó el doctor José Antonio De los Reyes Heredia.
Al inaugurar las III Jornadas Universitarias por la Memoria Histórica Latinoamericana: Guatemala 1944-2024, organizadas por las unidades Azcapotzalco y Xochimilco, el rector general de la Casa abierta al tiempo sostuvo en un comunicado que en ese esfuerzo social “el papel que jugamos las instituciones educativas resulta determinante fomentar nuestra memoria histórica que abona también a la construcción de una cultura de paz”.
El doctor De los Reyes Heredia recordó que el nacimiento de la Institución, como universidad libre y flexible es resultado de la concepción de destacadas y destacados integrantes de las comunidades científica, humanística y cultural de México, quienes arraigaron una fuerte identidad latinoamericana en la UAM.
“Esto se fortaleció durante nuestro periodo de consolidación, al recibir la cátedra de académicas y académicos prácticamente de toda nuestra región, en muchas de las ciencias y disciplinas que cultivamos”.
Estas Jornadas deben entenderse como una manifestación esencial de lo que es la UAM porque se trata de una iniciativa abierta y plural para visibilizar y reflexionar en torno a muy difíciles fenómenos de la historia; así, las jornadas del año pasado se dedicaron a conmemorar el quincuagésimo aniversario del golpe de Estado en Chile, mientras que las primeras se ocuparon del “caso de El Salvador”.
En esta ocasión se propone conmemorar los 80 años de la Revolución de Octubre de Guatemala y el periodo posterior de diez años conocido como la Primavera Democrática, impulsada por el pedagogo Juan José Arévalo, con una serie de cambios políticos y sociales significativos en esa nación hermana.
Agregó que en este 2024 también se cumplen 70 años del golpe de Estado contra el gobierno de Jacobo Árbenz, que marcó el inicio de una serie de dictaduras militares y una larga guerra civil, con lamentables secuelas durante varias décadas.
El doctor Francisco Javier Soria López, recordó que la Revolución de 1944 fue un alzamiento cívico militar mediante el cual se derrocó al presidente Federico Ponce y se constituyó una junta revolucionaria provisional y algunos de los logros de este movimiento social fueron la implementación de la reforma agraria, el reconocimiento del derecho al trabajo y la creación de un comité nacional de alfabetización, entre otras iniciativas.
México y Guatemala están unidos por fuertes lazos históricos y culturales, al tiempo que mantienen una sólida relación de amistad y cooperación como vecinos, al compartir una frontera de 960 kilómetros, apuntó.
En un mensaje que envió el maestro Edgar A. Gutiérrez Girón, excanciller de Guatemala, en voz de la doctora Nina Torres, investigadora de la Unidad Xochimilco, sostuvo que las tareas siempre pospuestas por los regímenes liberales guatemaltecos, que a partir de 1899 adoptaron un programa conservador y una forma de gobierno autoritaria, pudieron por fin emprenderse durante los gobiernos de Juan José Arévalo y Jacobo Árbenz entre 1944 y 1954, “diez años de primavera en el país de la eterna dictadura”.
Dicha primavera terminó en 1954, cuando una conspiración de intereses nacionales y extranjeros puso fin al proyecto modernizador de la “Revolución de Octubre”. Lo que vino después de ese año y se prolongó por varias décadas pertenece “a la historia de la infamia y la tragedia”.
Destacó que desde 2015 se abrió paso en Guatemala “lo que he llamado una revolución de la justicia que ocurrió bajo un régimen de política democrática en franco agotamiento o mejor dicho ‘podrido’”. La paradoja de la democracia a medias (porque estuvo durante al menos una década tutelada por el poder militar que recuperamos en 1986), fue que nació bajo el padrinazgo programático del neoliberalismo global y restringió derechos económicos y sociales.
Recordó que en 1996 fue clausurado un conflicto armado interno de 36 años en el país, siembargo, lo que se denominó oficialmente como enfrentamiento armado, fue en realidad una represión atroz y continuada contra millones de civiles, abrumadoramente un genocidio contra pueblos indígenas y concluyó bajo otra paradoja: la implantación de la geopolítica del narcotráfico. “Caímos bajo el régimen de la violencia criminal que medra de las flaquezas del sistema democrático que intentamos edificar”.
En la conferencia magistral “Guatemala, el largo trayecto a la gobernanza criminal”, el doctor Carlos Figueroa Ibarra, investigador de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, indicó que Guatemala vive hoy una coyuntura “verdaderamente importante”, que consiste en que el país “después de décadas de oscuridad, vuelve a tener una luz de esperanza al final de un túnel sombrío y de tragedia que este año cumple 70 años”.
Calificó como “un hecho insólito” que el presidente actual Bernardo Arévalo hubiera logrado llegar en segundo lugar en las votaciones de la primera vuelta electoral del 25 de junio de 2023, porque en las encuestas ocupaba el octavo sitio; pero otro hecho importante es que haya conseguido asumir la presidencia de la república la madrugada del 15 de enero de 2024 porque todavía ese domingo “el pacto de corruptos, que es una coalición delincuencial”, pretendió obstaculizar que tomara posesión.
Por lo tanto, el triunfo en la segunda vuelta y la toma de posesión “creo que son los acontecimientos progresistas más importantes desde el triunfo de Jacobo Árbenz en 1951”.
Advirtió que el triunfo de Bernardo Arévalo y el Movimiento Semilla fue una derrota “parcial, severa para el orden establecido en Guatemala.
En la ceremonia inaugural estuvieron también el doctor Abelardo Mariña Flores, coordinador de Enlaces Estratégicos de la Unidad Azcapotzalco; la licenciada Olga Villalta, diputada del Partido Movimiento Semilla, de Guatemala, y el maestro Gabriel Wer director ejecutivo de Casa Centroamérica e integrante del comité organizador.