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Los juegos de cartas son una de las mejores opciones para divertirse en verano y desconectar de las redes sociales. Actualmente parece como si la diversión estuviera irremediablemente asociada a las pantallas, pero no es así. Contamos con modos de entretenimiento tradicionales que, a diferencia de las nuevas tecnologías, nos ayudan a socializar y relacionarnos con nuestros seres queridos. Entre todos ellos, los más populares son los juegos de cartas. Especialmente, se trata la opción perfecta para el verano, ya que son fáciles de desplazar y puedes jugar en el lugar que se te antoje.
Uno de los juegos de cartas más famosos es el solitario. En el caso de este juego la gran ventaja es que no necesitarás a nadie más que a ti mismo para pasar un buen rato. Para poder jugar, tendrás que ordenar las cartas en siete columnas. En la primera de ellas, una carta deberá ir boca abajo y las otras seis boca arriba. En la segunda, serán dos cartas las que se coloquen boca abajo; en la tercera, tres y así sucesivamente. Con las cartas restantes tendrás que hacer un mazo, del que robarás naipes cuando no tengas la posibilidad de realizar más movimientos. El objetivo del juego será ir ordenando las cartas de forma ascendente siguiendo las reglas.
Si, por el contrario, no estás solo y vas a pasar tu verano con un gran grupo de amigos o familiares, el mentiroso es uno de los mejores juegos de cartas para ti. Con un máximo de hasta 10 jugadores, sin duda es la opción perfecta para grupos grandes. Además, suele ser un juego muy entretenido para los más pequeños, así que anótalo si tienes hijos o sobrinos. Para jugar tendréis que dividir todas las cartas entre los jugadores. El objetivo es deshacerte de todas las cartas que te han tocado en el reparto inicial a través del engaño a tus adversarios, motivo por el que el juego recibe el nombre de mentiroso. Además, los ases funcionan como comodines, así que tendrán el valor que quieras asignarles.
Otro de los mejores juegos para jugar en familia es el burro, que también es idóneo para los más pequeños, gracias a su sencillez. En este juego la mano estará compuesta por 4 cartas y el objetivo es que todas ellas sean del mismo palo o iguales en número o figuras. Esto último lo tendréis que decidir antes de empezar la partida. Un juego parecido al murro es el Cuadrado, aunque este puede resultar algo más complicado. En este caso los jugadores deben dividirse por parejas y las cartas que compongan la mano tendrán que ser iguales en número.
En el caso de que no haya niños de por medio, uno de los juegos de cartas más divertidos y populares es el póquer. Se trata de un juego que requiere una gran habilidad mental, por lo que tendrás que prestar atención a tus movimientos y a los de tus rivales. Lo más común es jugar al póquer con una baraja francesa, pero también se puede hacer con baraja española, aunque difiera un poco. El objetivo del juego es hacer una jugada con un valor superior a las del resto de jugadores. Sin embargo, no tiene por qué ser así necesariamente, sino que lo importante es que tus contrincantes lo crean para que se retiren. En el póquer pueden jugar de dos a siete jugadores, aunque las partidas más divertidas son las de 5 o 6.
Para terminar, el último juego de cartas de la lista es la escoba, uno de los más conocidos. Para jugar a la escoba hay que repartir 3 cartas para cada jugador, después se tendrán que dejar cuatro cartas boca arriba para que el resto de jugadores pueda verlas. El objetivo será sumar un total de 15 puntos, los cuales se podrán alcanzar con la sota (que equivale a 8 puntos), el caballo (que equivale a 9) y el rey (que tiene un valor de diez puntos). Para el resto de cartas, el valor será el de la cifra que las acompañe.
Además de los juegos mencionados, hay otros muchos más con los que poder divertirte en verano, ya sea en una escapada a la playa o a la montaña. Uno de los beneficios de los juegos tradicionales es que no necesitan de cobertura ni conexión a internet, por lo que no tendrás excusa para dejar de pasar un buen rato.