Convocan a capacitarse en combate a la corrupción a nivel municipal
A casi un mes de iniciado su mandato, Claudia Sheinbaum, la primera presidenta de México, ha seguido una estrategia de comunicación que combina elementos del legado de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, con su propio sello personal. «Las mañaneras del pueblo», el nombre que ha dado a sus conferencias matutinas, son un claro reflejo de esta continuidad y, a la vez, un intento por diferenciarse en la forma en que presenta su gobierno ante el público.
Desde sus primeros días en el cargo, Sheinbaum ha mantenido un enfoque similar al que utilizó durante su campaña: dar continuidad a los principios de la Cuarta Transformación. Las mañaneras siguen siendo el espacio principal para comunicar las prioridades de su administración, con un formato que ha evolucionado hacia una estructura más definida. Cada día de la semana está dedicado a un tema específico: lunes: Vida saludable; martes: Humanismo mexicano y memoria histórica; miércoles: Detector de mentiras; jueves: Mujeres en la historia; viernes: Suave patria.
Sin embargo, la sombra de López Obrador sigue presente. El popular segmento del «¿Quién es quién en las mentiras?» ha cambiado de nombre a «Detector de mentiras», y ahora permite la participación ciudadana, lo que podría ser un intento de democratizar el espacio y añadir un toque distintivo al formato. A pesar de estos esfuerzos por marcar una diferencia, la estrategia de Sheinbaum parece seguir arraigada en los métodos que cimentaron la popularidad de su predecesor.
En cuanto a su presencia en redes sociales, Sheinbaum aún tiene un camino por recorrer para igualar el alcance de López Obrador. Actualmente cuenta con 854 mil seguidores en YouTube, una cifra considerable, pero lejos de los 4.5 millones que acumuló López Obrador al final de su mandato. Esta brecha refleja que, aunque Sheinbaum ha heredado una base sólida de apoyo, todavía está construyendo su propia popularidad digital.
A pesar de las diferencias en estilo y en seguidores, las «mañaneras del pueblo» continúan siendo un espacio fundamental para dictar la agenda pública y para confrontar temas que generan incomodidad en el gobierno o para señalar a detractores. Habrá que ver cómo evoluciona este formato bajo la dirección de Sheinbaum, pero está claro que seguirá siendo un escaparate clave para su gobierno y una herramienta poderosa para consolidar su narrativa política.
Expertos en comunicación de Emaly, aseguran que la forma en que Claudia Sheinbaum gestione su comunicación en los próximos meses será decisiva para establecer su identidad política y dejar de estar bajo la sombra de López Obrador. Su reto será encontrar un equilibrio entre la continuidad de la Cuarta Transformación y el establecimiento de su propio estilo de gobierno que conecte con la ciudadanía de manera auténtica y eficaz.