
Déjate las drogas… ¡aguas con las gusgueras!
Oaxaca, Oax., 12 de agosto del 2011(Quadratín).- En un gran número de edificios altos en el mundo, especialmente en hoteles, los elevadores omiten el número 13.
Para algunas personas se trata de un dígito de riesgos y hay incluso la conseja de que en martes o en viernes 13 ni te cases, ni te embarques, ni de tu casa te apartes.
De acuerdo a las previsiones y pronósticos económicos y financieros, el 2012 es decir el año entrante, tendrá múltiples, variadas y crecientes complicaciones.
La sola campaña por la Presidencia de la República anticipa muchos meses más de guerra, no sólo la que produce muertos reales a razón (promedio) de diez mil anuales contra el narcotráfico y el crimen organizado.
La llamada guerra sucia electoral estará en todo su apogeo, por lo que la civilidad y urbanidad política brillarán por su ausencia. Vendrán, si, meses de agresiones, descalificaciones primero entre los precandidatos de los partidos y luego entre los contendientes legales por la silla presidencial.
Aparte, por supuesto, lo que abonen o contribuyan a éste ambiente candidatos a gobernadores, senadores y diputados federales y estatales.
Si los propios partidos políticos pugnan por la reducción de los tiempos legales de campaña, los ciudadanos están cansados y hartos de un clima agresivo y poco democrático. Eso sí, muy costoso.
Con el agravante, para el 2012 de que el Instituto Federal Electoral carga con un descrédito y una incapacidad para cumplir con sus tareas legales, que su arbitraje está ya desde ahora seriamente cuestionado.
El TRIFE, con nuevo presidente, José Alejandro Luna Ramos, que enmendará la plana a su antecesora, María del Carmen Alanís, no vivirá los mejores tiempos en el 2012, ya que tendrá que calificar un proceso electoral que algunos llaman ya de callejón, porque se parecerá más a los pleitos de pandillas urbanas que a exhibición de usos democráticos.
En lo económico, el futuro tiene más nubarrones que los cielos y las tormentas de los próximos días.
Aunque dispongamos de mucho ahorro para enfrentar el temporal, el reajuste económico internacional será de tal impacto que afectará, como siempre, con mayor crudeza a países como México, Latinoamérica y África.
El 2012 pues, será un año que se veía difícil, complicado, y con los augurios actuales, va a peor.
Por eso sería oportuno, audaz, tomar el calendario y suprimir el 2012. Pero no quedarse solo hasta ahí, pues el que sigue, 2013, para muchos es de mala suerte, por lo que, de una vez, vámonos hasta el 2014, así construiremos la percepción de que ya brincamos o pasamos el bache, los dolores de cabeza, todas las guerras habidas y por venir, y nos colocamos en el sitio en el que no habrá otra, sino que nos vaya mejor.
Que ahí quede, para la reflexión o el sueño.