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Periodistas del New York Times podrán utilizar IA de forma legal
México, DF. 2 de abril del 2012 (Quadratín).- Puede coincidirse o no, pero el hecho es que el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado representa el principio del México de las últimas 3 décadas, con más cambios de los que se han documentado hasta ahora.
Si hubiera que ejemplificar con colores el Gobierno De la madridista, seguramente la mayoría de los encuestados elegiría sin duda alguna el gris, pero en un análisis frío, objetivo y basado en los hechos, el resultado sería absolutamente favorable a su gestión.
Al gobierno del presidente de la Madrid se deben los cimientos de la estabilidad macroeconómica y, sin duda alguna, el que el PRI se mantuviera como maquinaria en todos los estados de la República y en la propia Presidencia, a pesar de que cada vez son menos quienes defienden el triunfo del sucesor, Carlos Salinas de Gortari.
Fue el gobierno de Miguel de la Madrid quien operó la elección que entronizó a Salinas de Gortari y anuló el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, no obstante que los historiadores ya afirman y reconocen la existencia de un gran fraude.
El gobierno de José López Portillo, en realidad en último presidente que defendió los postulados de la post revolución de justicia social y no reelección, legó a su sucesor un país en serios problemas económicos, políticos y sociales. Uno de los últimos acontecimientos que marcaron su gobierno fue la estatización de la banca, que fue un evento que, a la luz de la historia, fue fallido y desesperado. Un acto de fuerza que, como tal, mostró la gran debilidad del Estado, lo que ha quedado de manifiesto en los años posteriores.
En lo político, el PRI dejó de ser la aplanadora o la maquinaria electoral unida y sólida. En su gobierno la corriente democratizadora encabezada por Cárdenas Solórzano y por Porfirio Muñoz Ledo, dividieron al partido en el poder. Lo que nunca se aceptó fue que no sólo lo partió, sino que el hoy Partido de la Revolución Democrática, con Cárdenas como su candidato, derrotó a Salinas de Gortari en las urnas.
El presidente de la Madrid rompió los tabúes económicos y fue el iniciador de la integración de México a la corriente neoliberal mundial que polarizó la economía y la política, líneas que enriqueció e impuso su sucesor Salinas de Gortari.
Algunos datos reflejan la situación del gobierno delamadridista: la inflación estaba en 98.8 por ciento, el déficit fiscal era del 17 por ciento del Producto Interno Bruto, el desempleo afectaba al 10 por ciento de la población económicamente activa, el peso se había devaluado más del 50 por ciento, la deuda externa llegaba a casi 100 mil millones de dólares y la confianza para la inversión estaba desmantelada.
Adicionalmente los precios del petróleo se habían caído y, por si fuera poco, la ciudad de México sufrió un temblor que destruyó una parte muy importante, produjo miles de muertos y pérdidas económicas incalculables.
Con este escenario y una crisis económica recrudecida en 1987 y 1988 obvio resultaba el que el PRI resultara derrotado en las elecciones, aunque la habilidad y experiencia de los operadores partidistas y gubernamentales hicieran posible que el fraude electoral se convirtiera en una transición legal y pacífica.
Sin duda alguna, el ex presidente Miguel de la Madrid fue quien sentó las bases y las estructuras para que el país ingresara en una nueva etapa de la historia de la humanidad. En su gobierno los cambios a nivel internacional fueron tomando forma, como la privatización de grandes empresas internacionales, la caída del muro de Berlín y la terminación de la época llamada de la guerra fría, los cambios en los sistemas de telecomunicación que convirtieron al mundo en una auténtica aldea global, la formación de bloques territoriales y neoeconómicos que modificaron la correlación y la geopolítica.
Es decir, sin las características fundamentales de formación y carácter del ex presidente sería difícil entender los cambios y el curso de la historia de México de las últimas tres décadas, se esté a favor, o en contra.