
La osadía de Vargas Llosa
México, DF. 1 de enero de 2013 (Quadratín).-La llegada de un nuevo año obliga a la reflexión, al balance de los últimos 12 meses y al listado de buenos propósitos y deseos a los días y meses por venir.
Sin duda alguna, el deseo más profundo, sensato y urgente en este inicio de año es que México tenga un buen gobierno, tanto en el Distrito Federal como en todo el país.
El pueblo sufre cuando hay mal gobierno y, aunque suene a perogrullada, su presencia ineficaz produce y es causa de ingobernabilidad.
La petición tiene justificación y sentido, porque, sin gobierno la sociedad carece de principios, orden y rumbo.
Los ejemplos sobran. De ahí que el deseo más sentido y necesario, aunque figure en la lista de peticiones y deseos de muy pocos, es un buen gobierno.
Los beneficios que esto acarrearía serían como el maná del que habla la Biblia cuando beneficia al pueblo. Ello sería la fuente, el motor, el impulso de la transformación política, económica y social.
La petición o el deseo es oportuno, además, porque son nuevos el gobierno de Enrique Peña Nieto, el de Miguel Ángel Mancera, en el DF; así como los de Chiapas, Tabasco, Yucatán y, muy pronto, Jalisco.
Con un buen gobierno se aplicaría la ley, se reduciría la impunidad, los recursos materiales y humanos se aprovecharían de mejor forma. Se combatirían desde el núcleo, desde dentro, la corrupción, componendas, cochupos y transas que son el cáncer nacional.
Un buen gobierno pone en la misma ruta el pensamiento, la palabra y la acción, en concordancia y sobre todo congruencia entre lo que se piensa, se dice y se hace. No puede ser de otra manera, ya que la incongruencia es la perdición de cualquier proyecto.
Otro ingrediente es el de la decisión de aplicar la ley, solo eso, sin adjetivos como rigor o cualquier otro, simplemente quien la viole que padezca las consecuencias.
Por supuesto que el manejo pulcro y justo de los recursos económicos bajo su cuidado, permitiría mejor aprovechamiento, uso y resultados.
No es mucho pedir que haya buen gobierno, pero si es lo que más se necesita, aunque sean pocos quienes tengan en su lista de peticiones y propósitos este punto.
Ojalá y a los mexicanos se les concediera.
Felicidades y prosperidad para el 2013.
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