
Aprueba Senado estrategia nacional de seguridad 2024-2030
Oaxaca, Oax., 9 de febrero de 2012 (Quadratín).- En las familias antiguas los modales fueron fundamentales en la formación y educación de los hijos. También servían para conocer a las personas. Por encima de la condición económica o académica era importante el comportamiento hacia sí mismo y hacia los demás.
Por ejemplo fue obligatorio el dejar el lugar a los mayores (ancianos o no), a las mujeres (embarazadas, con niño en brazos, guapas o no) en el transporte público, en la iglesia o en la escuela; también se respetaba el protocolo al comer, como no hacer ruidos que molestaran, cuidar las palabras y, en general, procurar un comportamiento civilizado y educado.
Hay quienes, incluso, ven en los buenos modales un proceso de refinamiento que garantiza calidad de vida y que, sobre todo, es gratuito, no cuesta. Lo contrario, los malos modales, fueron propios de personas sin educación, refinamiento y cultura.
Por eso, uno puede identificar a las personas por su comportamiento. En las escuelas, durante muchos años, dejó de impartirse la clase de civismo que tiene que ver con el comportamiento social. Formarse como ciudadano pues, conocer las obligaciones, los derechos y, especialmente, los buenos modales del ciudadano.
Pero aquellos fueron otros tiempos y hoy se topa uno con testimonios o ejemplos difíciles de entender y aceptar. Comprobar que se puede haber sido ex presidente de la República y no tener modales ciudadanos es una aberración que hay que ver, para creer.
El domingo pasado, el ex presidente Vicente Fox, dio otra de las muchas muestras de un comportamiento poco digno de quien alcanzó su investidura. Mas allá de haber ocupado el cargo de presidente del país, fue gobernador, diputado y combativo político cuyos modales no pueden ser ejemplo para las futuras generaciones.
En el proceso interno de selección del candidato a la Presidencia de la República, el ciudadano Fox llegó a la casilla electoral panista acompañado por el ex secretario de Salud y precandidato al gobierno de Guanajuato, el doctor Córdoba Villalobos, quien fue derrotado y no por sus malas compañías.
Algunos reportes periodísticos narraron que el ex presidente se brincó algunos lugares y no se formó en el orden acostumbrado, lo que lo pinta de cuerpo entero. Se metió lugares adelante entre broma y veras de que su condición de adulto mayor (no llevaba bastón, ni iba en silla de ruedas) justificaba su proceder.
Habrá quien juzgue asunto menor el hecho, pero también quien señala que ese comportamiento, en un ex presidente, es revelador de la falta de educación y practica cívica de una clase gobernante acostumbrada al atropello, al abuso, al privilegio.
Por supuesto el hecho se acompañó de otro incidente que contribuye a considerar la falta de modales y educación cívica como otra de las graves carencias de los mexicanos. Se interrogó al ex presidente Fox la ausencia de la señora Martha Sahagún de Fox, su parte complementaria en el ejercicio del mandato presidencial en pareja en esta obligación cívico-partidista.
Con su característica naturalidad y espontaneidad, el ciudadano Fox explicó –según reportes periodísticos– que su esposa no había actualizado o renovado su credencial panista y no podía sufragar.
El hecho, tan advertido y criticado por las campañas publicitarias del Instituto Federal Electoral respecto a la renovación de la documentación oficial para practicar la democracia, resulta inconcebible en personajes a quienes la política partidista favoreció tanto.
Es por supuesto un asunto menor. La pareja presidencial 2001-2006 puede abstenerse de ejercer su derecho al voto, tanto en procesos electorales internos de su partido como en elecciones formales y legales para elegir funcionarios de gobierno. Pero no puede pasarse por alto el testimonio de falta de modales o hábitos de educación cívica en quienes tuvieron (o tienen) posiciones de liderazgo.
Después, por supuesto, hubo micrófonos y habló: En mi calidad de ciudadano, de ex presidente de México, de miembro de mi partido Acción Nacional, por supuesto que me reservo ese derecho y por supuesto que me verán actuando en la arena política a favor de mi partido, el Partido Acción Nacional (PAN).
En una conferencia de prensa, el ex mandatario de México admitió que ha tenido encuentros con el precandidato del PRI, Enrique Peña Nieto, y con el perredista Cuauhtémoc Cárdenas, así como con todos los gobernadores del PAN, del PRI y del PRD. Con todos me llevo bien, afortunadamente es una política del Centro Fox promover la pluralidad, sentar juntos a los de un color y de otro color, a que convivan, a que trabajen juntos, el futuro del país está por encima de colores, no hay tal que un color nos va a traer mejor resultado que otro, el país está por encima de eso con sus 110 millones de mexicanos, aseveró.
De Josefina Vázquez Mota, dijo: Brilló y alcanzó el triunfo de manera sólida en el proceso interno del PAN, aseveró. Es una gran carta para Acción Nacional, con elementos favorables frente a los otros candidatos; deberá exponer ideas concretas para resolver los problemas de México. Lo importante es que (los panistas) estamos ya en la lucha, hay que meter las espuelas, soltar las riendas y cerrar la brecha que nos separa, yo creo que tenemos toda la oportunidad del mundo.
La diferencia entre los hechos y las palabras:
Denle chance, pidió Juan Alcocer, el presidente de la Comisión de Elecciones, es un adulto mayor, cuando se brincó la fila. Pero los informadores estaban más atentos a la ausencia de Marta Sahagún. No ha de venir, explica su marido, no renovó su credencial como panista.
Es cosa de modales, acotaría la abuela, ahí está la diferencia.