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Oaxaca, Oax. 23 de febrero de 2013 (Quadratín).- Para Dalthon Pineda, joven poeta nacido en la Séptima Sección de Juchitán de Zaragoza, la poesía le rodea desde que era niño, cuando su abuelo, montador de toros, le contaba leyendas escritas por Andrés Henestrosa.
A sus 26 años, es ahora él quien escribe y lee a su abuelo, ya finado, un libro que condensa la nostalgia de la vida campesina, cotidiana y sencilla, del pueblo que ama gracias a las enseñanzas del abuelo.
Sé que he vivido esto antes, lo sé, el humo negro, las flores blancas, el andar lento, la tierra caída, el llanto arrepentido (cobardes, malditos aquellos que con cristales ocultaron sus lágrimas, su llanto hipócrita) yo no lo hice así tata, tú me enseñaste a ser hombre y no un cobarde, no oculté mi dolor por tu partida, por tu muerte.
Este es el primer poema del libro Cuarenta lunas, editado por la Secretaría de las Culturas y las Artes dentro de su colección Parajes, presentado en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) por los poetas Sonia Prudente, César Rito Salinas y el autor.
Cuarenta lunas, explica Dalthon Pineda, significan los 40 días de duelo, que acostumbra la gente zapoteca para despedir a sus difuntos. Es, claro, un libro de poemas fúnebres. Todos son poemas de despedida dedicados a mi abuelo, el único abuelo que tuve, a quien viví muy apegado desde mi infancia; la mayoría de los poemas de Cuarenta Lunas fueron escritos durante esos días de pena, recuerda.
Te va a extrañar la milpa y la carreta, todos queremos que te marches contento, que te entierren con tu montura, tu sombrero, con tu morral y tu machete, que te entierren con todos los apretones de mano que repartiste un día, que así sea. Otro poema.
El joven autor sostiene que llegó a la literatura a través de los poetas regionalistas del Istmo de Tehuantepec: Esteban Ríos, Macario Matus, Víctor Terán, Alejandro Martínez, Irma Pineda y Jorge Magariño.
Crecí en un barrio en el que la lengua zapoteca está muy presente y de donde han surgido escritores como Natalia Toledo y pintores como Soid Pastrana: la Séptima Sección de Juchitán. Ahí empecé a tener contacto con la poesía. Ya después conocí a otros autores como Pablo Neruda y Jaime Sabines, comenta.
-¿Cuál es tu proceso creativo? ¿Cómo escribes?
-Soy licenciado en educación física, doy clases en un preescolar en Juchitán, y como vivo en Comitancillo, pueblo cercano, todos los días, en el trayecto, voy viendo el campo, el Cerro del Indio dormido, todo lo que está a la orilla de la carretera. Cuando vuelvo a mi casa, me pongo a barrer las hojas secas, adoro barrer la hojas, y voy tarareando frases, poemas, y después los escribo.
El libro Cuarenta lunas de Dalthon Pineda está disponible de forma gratuita en la Secretaría para la Cultura y las Artes de Oaxaca.