Alberto Esteva/Reflexión y Acción Contundente del Estado Mexicano

Alberto Esteva (Colaboración)
* Ataque al Royal, el más sangriento del sexenio
* Se debe combatir la estructura financiera de los grupos
* Fortalecimiento de los valores, familia y educación universal
Oaxaca, Oax., 27 de agosto del 2011(Quadratín).- Al filo de las 15:38 horas de este jueves 25 de agosto del año 2011, circulaba ya en las redes sociales versiones de un ataque con supuestas granadas a un casino en la ciudad de Monterrey, en un hecho que un principio paso inadvertido, no por ser menor el hecho en sí, más bien por catalogarse rápidamente en uno más de los que a diario la sociedad mexicana conoce y a los que indebidamente se está “acostumbrando”.
Conforme avanzaba la tarde, las imágenes y testimonios daban cuenta del horrendo hecho sin precedentes en la historia reciente de México, donde el objetivo final del ataque fue la población, al incendiar el inmueble e impedir la salida de las personas de éste, debe considerarse el acto como terrorista y con ello se da paso a la nueva era criminal en México.
La semana pasada advertíamos el terreno peligroso al que nos precipitábamos al ver las imágenes de los jugadores de los equipos de Futbol Santos y Monarcas además de los aficionados del Estadio de Torreón corriendo tratando de resguardarse de la balacera que se desato en las inmediaciones.
Este hecho no fue el primero en su tipo, hay que recordar que en julio de 2010, en Reynosa, mientras jugaban los equipos de beisbol Sultanes de Monterrey y los Broncos en el Estadio Adolfo López Mateos de aquella ciudad se desato el infierno en el exterior lo que obligo igualmente a jugadores y afición a protegerse, la diferencia de aquel julio de 2010 y agosto de 2011, fue que el partido de futbol estaba siendo transmitido en vivo por TV Azteca y la cadena norteamericana ESPN. Como anotación al margen, debe señalarse que mientras la cadena nacional corto transmisión dejando en incertidumbre al auditorio, la cadena norteamericana se convirtió en el único medio para tener información de lo que estaba sucediendo.
Hasta la noche del jueves, se habían contabilizado 53 personas muertas a raíz del ataque al Casino Royale. Este reprobable ataque resulta ser el más sangriento del sexenio en su tipo, hasta el viernes por la mañana los que ocupaban ese puesto eran:
– 8 de julio de 2011: masacre en el Bar Sabino Gordo Monterrey ocasionó la muerte a 21 personas, siete heridos y ocho levantados.
– 28 de julio de 2011, motín en un penal de Ciudad Juárez dejó como resultado 17 muertos.
– 30 de enero de 2010. Matanza en una fiesta en la colonia Villas de Salvárca de Ciudad Juárez provocó la muerte de 15 adolescentes.
– 3 de septiembre de 2009 un ataque a un centro de rehabilitación de Ciudad Juárez provocó la muerte de 18 personas y cinco heridos.
La masacre de San Fernando Tamaulipas estaría también en la lista, sin embargo no se ha podido establecer si fueron acribilladas las personas en un sólo acto o en varios, por eso la dejamos fuera de la lista anterior, no sin antes recordar que fueron 73 los cuerpos encontrados en agosto de 2010.
Respecto a los acontecimientos de Monterrey, el discurso de Calderón, Blake, Rodrigo Medina y otros funcionarios demuestran impotencia e ineficiencia. El tono de lo dicho parece un discurso elaborado hace cinco años. Muchos adjetivos, promesas de hacer justicia, solicitudes de apoyo al gobierno, entre otras argumentaciones.
Por la tarde-noche vimos Alejandro Poiré, secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional en una conferencia de prensa en la que dio uno de esos discursos que usaron en las anteriores masacres, rodeado de una frivolidad latente, hablo mucho sin decir nada, pues en toda esta coyuntura no hay palabras que puedan sofocar la gran incertidumbre en la que viven millones de mexicanos que radican en el norte del País.
Es común ver en ciudades del norte parques, cines, restaurantes, teatros y plazas vacías, debido a que la gente teme ser parte de ese “daño colateral”. Ya en 2008 cuando se puso en marcha el operativo Novolato, advertíamos en una columna llamada “Toque de queda Ciudadano”, el miedo de mucha gente de salir de sus casas para hacer sus actividades cuando menos básicas.
Lo sucedido el jueves en Monterrey, es una nueva y angustiada llamada de atención a toda la estrategia de combate hacia los grupos delictivos, en lugar de apostar a la compra de armas y equipo que por lógica propia más violencia genera, se debe preponderar acciones de prevención y desarticulación de toda la infraestructura con la que cuentan estos grupos a través de figuras como la extinción de dominio. (Desde abril de 2007, como diputado federal propusimos la creación de la Ley Federal de Extinción de Dominio).
Ejemplo de lo anterior podemos decir que en la Ciudad de México existe una adecuada legislación al respecto lo que ha permitido exitosos casos de extinción, hecho contrario al caso federal, donde el problema está desde la Ley aprobada, la cual dio mayor respuesta a la necesidad mediática que a la efectividad.
Restándole poder adquisitivo a estos grupos, sumado a una gran campaña que fomenten los valores, la familia además de un sistema educativo universal, será el principio de un gran cambio que nuestro país necesita.
El evento en Monterey, a decir por el propio Alcalde, arroja otro grave problema en cuanto a la regulación y funcionamiento de los centros tanto de diversión como los de apuestas, los cuales son ya focos rojos que debieran revisarse minuciosamente en todo el País.
Que en Monterrey se quemase el Casino Royal, o en Cuernavaca –en mayo del año pasado- la discoteca “Classico”, demuestra que este tipo de lugares se encuentra en el centro de conflictos –muy probablemente- relacionados con el crimen organizado.
Sería conveniente hacer una detallada revisión de las condiciones de seguridad en estos sitios por parte de protección civil; revisar si existen problemas de amparos o conflictos jurídicos –laborales, fiscales, etc.-; ubicar a los dueños o administradores de estos establecimientos y revisar si no tienen antecedentes penales; en general, hacer una actividad preventiva en materia de protección civil y de seguridad en establecimientos que son focos rojos.
En la ciudad de México se cuenta desde 2010 con el Instituto de Verificación Administrativa, que representa un gran avance debido a su naturaleza ciudadana, con lo que se ha logrado disminuir la posibilidad de que puedan existir actos de corrupción para salvaguardar el funcionamiento de este tipo de negocios.
Hoy queda demostrado que el programa “Ciudad Segura” de la capital debe replicarse en todo el país ya que tendríamos acciones preventivas que evitarían estar poniendo coronas florales en cada tragedia pudiendo evitarlas.
Foto:Archivo