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Tuxtepec, Oax. 26 de febrero de 2013 (Quadratín).- Es alto el índice de decesos al año por causa de la Cirrosis Hepática, que es una enfermedad que afecta principalmente al hígado y que está condicionada en mas de un 90 por ciento por problemas de ingesta de alcohol.
Lo anterior fue manifestado por el médico internista del Hospital General de Tuxtepec, Esteban Figueroa Martínez.
Reiteró que el porcentaje de fallecimientos anualmente amenaza con aumentar de forma considerable día tras día, esto debido a que hay mucha población activa y los jóvenes cada vez tienden más a ingerir bebidas alcohólicas, lo que aumenta el riesgo de adquirirla.
Además, ubicó que es un mal que no se manifiesta a los 5 días o al mes, sino que lo hace a los 5 años o a los 10, donde se empiezan a dar lesiones del hígado, que es el laboratorio del organismo, por lo que puede decirse que partir de los 10 años hay datos de Cirrosis Hepática originada por el alcohol.
Destacó que a pesar de ser una enfermedad que ataca principalmente a los hombres, en los últimos años también ha atacado a las mujeres. Recomendó para evitar ser presas de este terrible mal, no ingerir alcohol en exceso, aunque el ritmo de la vida que se lleva actualmente, de alguna forma incita a las personas a evadirse unos momentos de la realidad por lo que se recurre a fumar y a alcoholizarse.
Sugirió el especialista hacer deporte, ya que es una de las mejores medidas de prevención, tanto para el alcohol como para el tabaquismo, la drogadicción y en suma es una manera de vivir más sanamente.
Explicó Figueroa Martínez que la Cirrosis Hepática es una destrucción del hígado por parte del alcohol en la que hay cuatro etapas: en las dos primeras si el paciente deja de beber se puede recuperar, pero en las dos siguientes etapas es cuando el paciente empieza a manifestar que el abdomen se llena de agua, se hinchan sus piernas, agarra un color de piel verduzco y dependiendo del daño que tenga en el hígado, se puede poner amarillo, siendo estas las manifestaciones más objetivas que tiene el paciente cirrótico.
Foto: ambientación.