Avanza la rendición de cuentas como política de Estado: Colmenares
Oaxaca, Oax., 30 de junio de 2010 (Quadratín).- Conservar y desarrollar el potencial de bienestar físico, mental y social del adulto mayor, con la finalidad de mejorar su calidad de vida con salud, independencia, dignidad y participación en diversas actividades, es el objetivo del Programa de Envejecimiento Activo (PREA) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Este programa actualmente beneficia a más de 100 mil personas que acuden a los 115 Centros de Seguridad Social (CSS), 12 Unidades Deportivas y otras instalaciones de bienestar social, activación física y deportes de la institución en el país.
El doctor Rafael Camacho Solís, titular de la División de Bienestar Social en la Coordinación de Prestaciones Sociales del IMSS, señaló que el envejecimiento en México crece a pasos acelerados y se estima que cerca del 10 por ciento de la población tiene 60 años o más; además, tres de cada cuatro adultos mayores tienen sobrepeso u obesidad, 50 por ciento padece problemas de hipertensión arterial y uno de cada tres, diabetes mellitus.
Explicó que entre los derechohabientes del Instituto, 15.5 por ciento de la población adscrita a médico familiar comprende este grupo, a quienes se brindan 25 por ciento del total de consultas en las Unidades de Medicina Familiar (UMF). A esto se suma, dijo, que los adultos mayores utilizan 14 veces más los servicios en salud de medicina familiar que hace 20 años.
Según un diagnóstico del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) 14 por ciento de los adultos mayores sufren depresión leve o moderada, 6 por ciento ya tiene depresión establecida, misma que se incrementa hasta 50 por ciento cuando cursa alguna enfermedad crónica; 25 por ciento no recibe apoyo en términos de cuidados, compañía y ayuda doméstica, y 4 de cada diez reporta pasar la mayor parte del tiempo solo(a).
Explicó que el propósito del PREA es que los adultos de más de 60 años lleguen a la vejez conservando el mayor tiempo que sea posible su independencia funcional; es decir, que puedan seguir resolviendo sus actividades básicas de la vida diaria: levantarse, desplazarse en casa, bañarse, vestirse, comer y tener el control de sus esfínteres; así como las instrumentales: salir, desplazarse en la calle o utilizar el transporte público, hacer sus compras, llevar su administración personal y tomar sus medicamentos, enfatizó.
El doctor Camacho Solís aseguró que no existe en el país institución que cuente con infraestructura más sólida y amplia que el Seguro Social para la atención de los adultos mayores; además de servicios médicos, el organismo ofrecen diversos espacios educativos, recreativos y de convivencia social, a fin de que tengan una atención integral de su salud física, mental, emocional y social.
Señaló que los derechohabientes son incorporados al Programa de Envejecimiento Activo, por medio de los médicos familiares o por personal de PREVENIMSS a los Centros de Seguridad Social o Unidades Deportivas del Instituto, para coadyuvar en el tratamiento de alguna enfermedad crónica, susceptible de mejoría con ejercicio físico, alimentación correcta y estimulación mental.