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Oaxaca, Oax., 16 de octubre de 2011 (CNNMéxico).- El periodista mexicano Miguel Ángel Granados Chapa murió a los 70 años de edad.
El analista político se despidió de sus lectores días antes de morir. Sin dar explicaciones, aunque se sabía que padecía cáncer desde 2007 y que la enfermedad había mermado su salud, en su columna del viernes 14 de octubre en el diario Reforma escribió: Esta es la última vez en que nos encontramos. Con esa convicción digo adiós.
Originario del central estado de Hidalgo, donde nació en 1941, Granados Chapa ejerció el periodismo durante cuatro décadas. En ese periodo contribuyó a la fundación de algunos de los principales medios impresos del país el semanario Proceso o los diarios La Jornada y Reforma, colaboró en programas de radio y televisión y, desde 1977, redactó la columna de análisis Plaza Pública.
Conocido por un estilo sobrio y vestido siempre de traje, algunos colegas lo describían como uno de los periodistas más sobresalientes del México contemporáneo: riguroso con las fuentes de información, inmerso en el contexto de la noticia, crítico hacia el poder.
Miguel Ángel es una figura entrañable, muy querida y un factor fundamental en la construcción del periodismo mexicano, para las principales publicaciones de este país, declaró en 2009 la periodista Carmen Aristegui durante la presentación del libro-homenaje Miguel Ángel Granados Chapa, maestro y periodista. Granados Chapa colaboraba frecuentemente en los programas de Aristegui en radio y de televisión para CNN.
Es el periodista más notable de la segunda mitad del siglo XX, es un hombre que escribe todos los días y todos los días escribe bien, es un ciudadano con una acusada conciencia política, dijo el periodista Humberto Musacchio en una entrevista con CNNMéxico, realizada en 2010.
Musacchio, quien trabajó con Granados Chapa en La Jornada y los diarios El Financiero y unomásuno, publicó el año pasado la biografía Granados Chapa. Un periodista en contexto. En el libro señala que el fallecido columnista tenía similitudes con Francisco Zarco, un periodista mexicano del siglo XIX caracterizado por utilizar un lenguaje siempre medido para manifestar una crítica seria, dura, profunda a los problemas del país.
Los inicios en la prensa
Después de cursar la educación básica en Hidalgo, Granados Chapa emigró a la Ciudad de México, donde estudió las carreras de Derecho y Periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). De acuerdo con sus colegas, su preparación como abogado le servía para sustentar jurídicamente las opiniones que expresaba en la prensa.
En 1967 se unió al equipo del diario Excélsior uno de los más antiguos del país, que era dirigido por el periodista Julio Scherer. Ahí fungió como editorialista y subdirector editorial, hasta que los colaboradores de Scherer dejaron el periódico presionados por la cooperativa dueña de la institución.
Miembros de esa redacción e historiadores señalan que el gobierno federal, entonces encabezado por el presidente Luis Echeverría, instó a que los empresarios dejaran de comprar espacios publicitarios en las páginas del rotativo en represalia por las críticas que expresaba en algunos textos. Ante los problemas financieros, los trabajadores exigieron la salida de Scherer en 1976, en un episodio conocido como el golpe a Excélsior.
Ese mismo año, el equipo de Scherer fundó el semanario Proceso, que asumió una línea antioficialista. Algunos críticos de la revista sostienen que si bien Proceso publicaba casos que otros medios ignoraban en la época del Partido Revolucionario Institucional (PRI), su trabajo se basaba más en denuncias que en investigación de fondo. Hasta su muerte, Granados Chapa publicó en Proceso la columna de análisis Interés Público.