Carlos Ramírez/ Indicador Político

+ Obama: prioridades capitalistas
+ Marihuana y decadencia de EU
Austin, Texa, 22 de noviembre de 2012 (Quadratín).- Si en política las señales son indicios de estrategias, el presidente Barack Obama ha dejado ver cuando menos sus tres principales prioridades para los EU:
1.- El viaje de Obama a Birmania dejó muy en claro sus preocupaciones geopolíticas, cuando América Latina representa uno de los principales puntos de conflicto de los EU en materia de abandono político, de inclinación árabe y de deterioro económico por la crisis y los tratados. La preocupación por Birmania mostró el regreso de Obama a la agenda de los intereses geopolíticos y a los indicios de intervencionismo al viejo estilo imperialista.
2.- La crisis económica sigue ahogando a los EU pero la Casa Blanca carece de alguna iniciativa de reorganización del sistema productivo. Por razones de presiones internas, Washington parece estar convencido de que hay que regresar a los mecanismos tradicionales de estabilización. Cuando menos los dos primeros años del segundo periodo de Obama serán de control de gasto, de disminución del peso de la deuda nacional y de influencia internacional para frenar la economía para permitir un ajuste en las finanzas públicas. Y si Obama ganó las elecciones con el voto de los desempleados, su mensaje de respuesta será menor a las expectativas.
3.- La legalización de la marihuana para la recreación le rompió Washington su papel dominante en las políticas de combate a las bandas del crimen organizado. El punto sensible se localiza en la diferencia recreación/daño en salud en los consumidores. La votación en Colorado y el estado de Washington dejó muy claro el principal problema: la legalización para el consumo recreativo de una droga que sí causa adicción, que quema las neuronas y que afecta la salud de los consumidores. Pero en el sistema social estadunidense, el problema de la droga es primero de derechos y no de salud pública: si el estadunidense quiete auto destruirse por el consumo de drogas, muy su derecho individual a la destrucción.
Estos severos problemas que han puesto en jaque la hegemonía del modo de vida estadunidense y el fondo revela el hecho de que los EU carecen de dirección política y de liderazgo social y develan una tendencia a la decadencia individual en nombre justamente del individualismo. Si Obama enarboló un discurso de recuperación de la hegemonía del modo de vida estadunidense, los liderazgos políticos no han logrado articular la recuperación de la dirección política.
En política exterior los EU se han visto rebasados por la reorganización de los conflictos de dominación política, el Medio Oriente sigue a la deriva, el terrorismo ya no representa el gran problema y el capitalismo tampoco ha podido revalidar su papel de direccionamiento imperialista. Aquí en los EU no terminan de entender cómo es que el temor al terrorismo árabe exige una mayor intervención en la crisis en la región y de pronto Obama sale con la agenda de Birmania, un pequeño país del sudeste asiático sin recursos naturales ni posición privilegiada como para atraer la presencia física del presidente de los EU. En cambio, Washington quedó atrapado en la crisis en la Franja de Gaza entre el grupo terrorista árabe de Hamás y la línea dura de Israel.
En el mismo escenario de hechos inexplicables se localiza la falta de políticas económicas de corto plazo de los EU para buscar una salida la recesión, para atender el problema de la deuda nacional como una bomba política y económica de tiempo y para buscar un acuerdo con Europa que permita salir del estancamiento en la dialéctica populismo-neoliberalismo que sigue manteniendo a la economía internacional en una situación de gran depresión económica. La crisis económica internacional ha entrado en su quinto año de crisis de rediseño del capitalismo, pero con costos sociales derivados de las políticas de ajuste macroeconómica.
Y ante desafíos de reorganización del sistema productivo y sus efectos en el sistema productivo y en el mapa de dominación geopolítica, aquí en los EU las prioridades son otras: le legalización de la droga para su uso recreativo que no es otro que el consumo para la evasión. El uso del sustantivo “recreativo” en la votación para legalizar el consumo de la marihuana revela la jerarquización de prioridades de la sociedad estadunidense: la droga no como un problema de crimen organizado o de salud pública sino de derechos.
La votación en la consulta para su legalización que conducida por los grupos productores, consumidores y beneficiarios de la marihuana, pero sin atender el problema de salud pública. La consulta fue realizada sólo sobre el consumo legal y los votantes no tuvieron los datos sobre el efecto de la marihuana en el consumidor. Como se trata de una droga, su efecto en el ser humano es dañino. Pero ahí se localiza precisamente el perfil social de los estadunidenses al votar para favorecer una droga sin atender los efectos en la salud. Por tanto, la consulta fue conducida por los grupos beneficiarios del negocio de la droga, no de los padres de familia que miran pasivamente la destrucción de sus jóvenes en el consumo de la droga.
Por tanto, la victoria electoral de Obama tiene que ver con sucesos más importantes que la derecha representada por Mitt Romney y los republicanos y con la precaria política social del candidato demócrata: antes de tomar posesión de su segundo periodo, Obama ha dejado muy en claro que los estadunidenses que lo votaron carecen de una definición social, que siguen siendo imperialistas y que votan por sus pasiones al optar por la droga no para terminar con las mafias sino para asumirse como una sociedad en evasión y deseosa de más droga.
De ahí que la lectura política de la victoria de Obama tenga que ver más con la sociedad estadunidense en decadencia moral y social que por un político que representa la continuidad del imperialismo, del capitalismo bursátil y de la cultura de la droga. En este escenario en realidad no hubo una diferencia real entre Obama y Romney.
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