Gobernante o régimen
**A este señorito Hyde -se dijo-, si se le estudia de cerca, se le deberían sacar sus secretos: secretos negros, a juzgar por su apariencia, al lado de los cuales también los más oscuros de Jekyll resplandecerían como la luz del sol. Robert Louis Stevenson en: El extraño caso del Dr. Jekyll y mister Hyde**
UROVIEL: TRANSFORMACION O CONTINUISMO?
Oaxaca, Oax. 16 de mayo de 2010 (Quadratín).- El Goberneitor de Oaxaca Ulises Ruiz decidió, poco más de año y medio quien sería su sucesor, recayendo la designación dedocrática en el cuenqueño de Paso del Toro, Eviel Pérez Magaña, a quien por supuesto había que legitimar mediante un muy poco aseado proceso de consulta a las bases priístas, aderezado con la comparsa de otros aspirantes quienes ingenuamente creían que el viejo régimen político, autoritario y anquilosado, permitiría a su partido seleccionar a través de métodos democráticos al sucesor del gobernador.
La designación de UROviel no solo obedeció al viejo ritual del sistema político mexicano más tradicional, donde el mandatario nombra a su sucesor, basado en su percepción personalísima de ser el más manejable, en quien mejor se puede confiar para dejar protegidas las espaldas, en virtud de ser uña y carne en la inmensa maraña de complicidades y negocios comunes, aquel que por su falta de carácter y personalidad propias, se le puede transmutar la ajena, construir desde el poder una imagen, exaltar las inexistentes cualidades, encontrarle virtudes a su gris existencia, inflarlo cual globo de feria hasta alturas inimaginables y poco a poco soltarle la cuerda y dejarlo volar, siempre bajo la tutela y sagaz mirada de a quien todo se lo debe, hasta que se encuentre a sí mismo.
Sin duda influyeron también las obscuras motivaciones personales del gobernante en turno, sabedor que al cumplir las reglas del sistema, cierra su ciclo, pasa a ser parte de los pasivos políticos durante un tiempo, el suficiente para renacer como el fénix en pos de nuevos derroteros a cuyo olfato y sabiduría política se atiene, que sin embargo son tan comunes siempre, que hacen brotar la tentación autoritaria de ir más lejos, de trascender, dejar huella o mejor, por qué no? Seguir gobernando a través de su otro yo, de su señor Hyde. Por ello URO buscó no solo un sucesor en quien aplicar las reglas, sino también en quien clonarse.
El parecido físico de ambos lo demuestra, el tono de voz es prácticamente igual, la mentira cotidiana en ellos es la regla, el cinismo los caracteriza, el estilo de vida personal es curiosamente similar, incluso la burbuja política con la que interactúan ¡es la misma!, el lenguaje priísta, cantinflesco y hueco de los dos es su identidad y desde luego, sus estilos y métodos de gobernar se sustentan en las mismas fuentes autoritarias, impunes y corruptas del poder absoluto que les da origen, es más, sus andanzas juntos, durante los aciagos días del conflicto político social del 2006, donde el uno tomaba temerarias decisiones y el otro las consentía y apoyaba, identificaron aún más sus afinidades y el reconocimiento mutuo de ser almas gemelas, uno Jekyll y el otro Hyde y viceversa.
Entonces ¿dónde está la transformación que UROviel ofrece? Acaso pretende terminar con 80 años de regímenes priístas que han mantenido en el atraso y la miseria a la inmensa mayoría de los oaxaqueños? Es que la transformación que ofrece pretende desmantelar hasta sus cimientos al viejo régimen autoritario y democratizarlo? Acabará con el sistema de complicidades, corrupción e impunidad del que es parte inherente y producto vil? No, su transformación no es otra cosa que la política del gato pardo que cambia, para que todo siga igual.
Su candidatura no representa otra cosa más que el continuismo de un régimen político autoritario, obsoleto y caduco, que es hoy por hoy el principal obstáculo al avance democrático, al desarrollo económico sustentable y a la recomposición del tejido social de una sociedad, agraviada y dividida por ese régimen que asfixia la vida pública y la corroe hasta sus entrañas.
El continuismo que representa Eviel el candidato del PRI, es la pretensión de imponerle a los Oaxaqueños la reelección de Ulises o por lo menos su Maximato autoritario.
O para decirlo en términos novelescos: la transformación continuista del Dr. Jekyll por el Sr. Hyde.
Militante de la Izquierda Comunista.
Columnista y Analista Político.
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