Condena Carlos Altamirano intentos de desestabilizar coalición opositora

Oaxaca, Oax., 25 de enero de 2010 (Quadratín).- El ex diputado Federal Perredista, Carlos Altamirano Toledo, condenó a los políticos que han criticado la alianza opositora que construyen los partidos de oposición al Partido Revolucionario Institucional, rumbo a los comicios electorales en Oaxaca este 2010.
Altamirano Toledo dijo que las declaraciones del ex presidente nacional del PAN, Manuel espino Barriento y la ex perredista Ruth Zavaleta, quienes recientemente visitaron la capital del estado, no abonan para lograr un cambio democrático en la entidad.
Expresó que más bien, obedecieron a intereses priístas, que al parecer fueron enviados por el gobernador del estado Ulises Ruiz Ortiz, para desacreditar la posibilidad de conformar una alianza opositora que releve al PRI del gobierno estatal.
“La coalición en Oaxaca es una necesidad y un hecho; quieran o no los caciques del PRI, no hay que darle vuelta a la realidad política de Oaxaca, las recientes visitas y declaraciones de Ruth Zavaleta y Manuel Espino, son patadas de ahogados, los señores tiene miedo y están utilizando todos los recursos a su alcance” dijo Carlos Altamirano.
Respecto a los supuestos vínculos entre el PRD oaxaqueño y los grupos subversivos como el Ejercito Popular Revolucionario (EPR) y la asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), el político Oaxaqueño aseveró que sus declaraciones están fuera de lugar “es un hombre fascista totalmente, el hecho de culpar al PRD de los problemas que vive Oaxaca y el país, es la característica de Espino lo mismo ataca a la izquierda que a Calderón”.
El ex diputado federal perredista, Carlos Altamirano aseguró que Espino Barriento, “no es nadie” para opinar acerca de la situación que vive Oaxaca, y sus declaraciones no tienen validez, pues las condiciones en la que vive y se desarrolla el estado, es un asunto que sólo le incumbe a los Oaxaqueños.
Altamirano Toledo dijo que ya basta que personajes enviados por Ulises Ruiz quieran meter ruido para desestabilizar los avances en la construcción de una coalición opositora.