Controlar el estrés disminuye riesgo de enfermedades físicas y mentales

Oaxaca, Oax., 17 de febrero de 2012 (Quadratín).-Controlar el estrés disminuye el riesgo de padecimientos físicos (hipertensión arterial, cardiopatías, diabetes, dolor de cabeza y fatiga crónicos, gastritis y colitis nerviosas y asma) y mentales (depresión y ansiedad), ya que es surge en el individuo como una reacción frente a acontecimientos inesperados, presión laboral o miedo, puede convertirse en una enfermedad.
Eso se debe a que el estrés causa cambios bioquímicos en el organismo, por ejemplo, aumenta la secreción de adrenalina que incremente la tensión arterial, y también puede generar más azúcar en sangre; asimismo, la producción de ácido clorhídrico se eleva y se hace más lento el proceso digestivo; además produce espasmo bronquial o hiperventilación. Si estas condiciones se prolongan se generan enfermedades como las mencionadas.
Por ello, es necesario que se modifique hábitos de vida: reducir el consumo de sustancias tóxicas como alcohol, cafeína y alimentos ricos en carbohidratos y calorías, y evitar el tabaquismo. Ante un evento estresante aprender a respirar lenta y profundamente, así como evocar pensamientos agradables, y estirar extremidades tratando de sentir cada movimiento muscular, por lo menos durante cinco minutos.
El coordinador de prevención y atención a la Salud, doctor Antonio Cerero Gudiño del IMSS en Oaxaca, precisa que en la vida diaria es necesario buscar momentos de entretenimiento, pero que si se opta por ver una película, que no sea sobre asesinatos, homicidios y secuestros, sino que distraiga y haga reír, porque la risa es una terapia excelente para relajar los músculos de todo el cuerpo. También, como terapia, hablar con alguien sobre alguna situación estresante que se está cursando es una alternativa para evitar el estrés como enfermedad.
El factor estresante se entiende como aquello que va a provocar un cambio, puede ser algo positivo o negativo. Si se trata de una situación que afecta a ésta permanece, ya sea en la mente o en la realidad, se va a generar el estrés como enfermedad. Asimismo, ciertas condiciones como la variación de la temperatura, cambiar de casa o de trabajo, son causantes de estrés porque se requiere de una adaptación.
El hecho de vivir en zonas urbanas en las que continuamente se está sometido a tráfico, a horarios, son requerimientos que hacen necesario que la persona se adapte, porque también son factores estresantes.
Cuando el estrés no se puede controlar es probable, que se desarrolle la angustia, la cual presenta manifestaciones como sudoración, inquietud, necesidad de estar en movimiento, y aunque haya pasado el conflicto o el problema causante éstas no desaparecen, entonces el estrés ya es una enfermedad.
Puntualizó que el estrés es una condición que se puede transmitir a los demás, por ejemplo si una mamá continuamente está en actividad: sube, baja, padece dolores de cabeza, está preocupada, y en general manifiesta una actitud de ansiedad, esto lo van a aprender sus hijos, porque ellos tienden a imitar.
Advirtió que este trastorno puede desarrollarse desde la infancia, ya que durante toda la vida se está propenso a cambios y a necesidades de adaptación: los niños, por ejemplo, pueden presentarlo al ir a la guardería, al entrar a la escuela, cuando van a presentar exámenes; o cuando pasan de una etapa a otra, de la infancia a la adolescencia, o a la vida adulta. Por ello es muy importante aprender a controlar el estrés y a manejarlo.