
Abierta la circulación en la carretera 175 en la Sierra de Juárez
México, DF. 23 de enero de 2013 (Quadratín).-Mientras en el país no se den las reformas y cambios estructurales en materia económica, política y social La cruzada nacional contra el hambre será sólo un programa asistencialista más del sistema neoliberal, como Solidaridad y Oportunidades, por lo que no debe ser el eje central de la política pública en materia de desarrollo social, asentó el senador del PRD Benjamín Robles Montoya.
Al respecto el congresista explicó:
En el paquete económico vemos una perspectiva de crecimiento marginal, por no decir mediocre, inferior incluso al del año pasado, cómo se van a generar los empleos para los que hoy se encuentran en situación de hambruna, sigue la política de los gasolinazos mensuales y el alza a los alimentos; se protege la corrupción y charrismo sindical y la explotación del obrero; se privilegia a las grandes empresas y emporios económicos para que no paguen impuestos; al campo, donde se concentra la miseria, le dan un presupuesto raquítico sin la posibilidad de romper la dependencia alimentaria del extranjero; sigue el endeudamiento público, entonces no hay una visión integral para atender el problema de la extrema pobreza en el país.
Para el representante popular de Oaxaca, entidad que concentra los mayores niveles de pobreza y marginación, está Cruzada contra el hambre es sólo la continuidad del programa Solidaridad que inventó Carlos Salinas de Gortari y de Oportunidades de los gobiernos panistas, que jamás atendieron de fondo el problema de la pobreza nacional sino por el contrario lo incrementaron.
Lo único que vemos es que una vez más se trata de llevar únicamente alimentos a quienes mueren de hambre en el país, como una agencia asistencialista, pero no hay una estructuración de las políticas públicas económicas, políticas y sociales, no se observa el mínimo interés por romper la inercia del desarrollo desigual y los contrastes, de instaurar un verdadero sistema democrático, de respetar los derechos y libertades individuales, criticó Robles Montoya.
Para el senador perredista el anuncio del programa sólo se trató de un tema mediático más, como ha caracterizado a este grupo político desde hace ya varios años, porque a 50 días de iniciado el gobierno peñista aún no hay claridad entre las dependencia de cómo le entrarán a la Cruzada y van a esperar otros 30 días para ver cómo funcionará, como si el hambre pudiera esperar.
Hay una clara intención de seguir politizando el hambre de los mexicanos, de mantenerlos cautivos para los procesos electorales, sigue la política de la despensa para la compra del voto, así ganaron la elección presidencial y no vemos ahora porque tiene que ser diferente, pero en la izquierda progresista vamos a estar vigilantes y actuantes para que en el país se hagan verdaderas políticas públicas que den atención primero a lo pobres, puntualizó el legislador federal.