David Colmenares / Signos y Señales / Crecimiento económico

Oaxaca, Oax. 19 de agosto de 2013 (Quadratín).- El crecimiento económico es fundamental para mejorar las condiciones de vida de la población de cualquier País, es el resultado de un uso adecuado de los diversos instrumentos económicos, fundamentalmente la política fiscal, la monetaria y las relaciones económicas con el exterior, pero fundamentalmente de la dinámica de la inversión productiva, así como de pactos sociales y fiscales renovados.
En nuestro País, persisten condiciones de pobreza y desigualdad, tasas de crecimiento demasiado bajas, así como vacios importantes en materia de política industrial y se ha descuidado el desarrollo regional, cuando el desarrollo económico debe partir desde el crecimiento de las regiones.
Hemos tenido diferentes etapas en la historia de nuestro desenvolvimiento económico, en algunas alcanzamos tasas realmente importantes, muy superiores a las del crecimiento de la población, como en los tiempos del llamado “desarrollo estabilizador”, sin embargo en los últimos tiempos las tasas de crecimiento económico, han sido modestas e incluso, como en 1995 y 2009 principalmente, han caído hasta el fondo, con una generalización de las crisis financieras, que se han generalizado como crisis fiscales, lo cual significa empobrecimiento, dependencia y subdesarrollo. Antes en 2007 y 2008, sólo crecimos más que Haití y en 2009, tuvimos la caida del PIB más importante en nuestra región. En 2010 crecimos, más por un “efecto rebote”, igual que en 2011, pero sin alcanzar los niveles anteriores a la crisis.
Estas tasas, como las de 2007, tasas relativamente bajas en relación a lo que el País necesita, no han respondido con suficiencia al crecimiento poblacional –que se ha reducido notablemente-, con una generación de empleos productivos insuficientes para hacer frente a la demanda de los mismos y ha tenido como salida poco afortunada, la ocupación en el sector informal o la migración laboral.
La tasa oficial estimada de crecimiento económico para este año, se ha reducido hasta menos 2.5 por ciento, también el promedio de lo que esperan los analistas del sector privado, en la encuesta que cada mes difunde el Banco de México. Ello viene a la par de lo que pasa en la región.
En efecto, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) acaba de reducir su pronóstico de 3.5 por ciento promedio para América Latina y El Caribe, a tres por ciento, particularmente por las reducciones esperadas de Brasil –con menos 2.5 por ciento- y de México –menos 2.8 por ciento al momento de terminar el Estudio-. El crecimiento económico de Chile y Perú se desacelera, pero crecerán 4.6 y 5.9 por ciento respectivamente.
Las razones que se dan en el Estudio Preliminar de América Latina para el primer semestre de 2013, destacan como elementos inhibidores del crecimiento, la dependencia de las exportaciones latinoamericanas a Europa y China –ambas con desaceleración-. México juega al revés con su gran dependencia en materia de comercio exterior e inversión, respecto a los EUA.
Otras razones, son el incremento del déficit en cuenta corriente del dos por ciento, el mayor desde 2001; problemas fiscales en México y Centro América; fuerte dependencia de la producción de recursos naturales en América del Sur; una creciente dependencia del consumo, el cual ha sido menos dinámico en 2013; inversión modesta y menores exportaciones netas.
CEPAL plantea, ampliar y diversificar las fuentes de expansión, nuevos pactos sociales para incrementar la inversión y la productividad, cambiar los patrones de producción para crecer con igualdad. Por supuesto que el papel que las políticas públicas han de desempeñar en esta recuperación del crecimiento económico es fundamental. Destaca las políticas fiscal, monetaria y cambiaría, pero agreguemos la industrial, la rural y el desarrollo regional.
Como en México, es urgente un nuevo Pacto Fiscal, así como un nuevo modelo de federalismo entre las haciendas públicas, integral y armonizado. En ello juegan roles centrales, la armonización de la contabilidad gubernamental, la transparencia y la rendición de cuentas.
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