Diferencias entre un estúpido y un idiota
Oaxaca, Oax, 6 de septiembre de 2013 (Quadratín).- En los comentarios que inicié hace una semana sobre la naturaleza y las dimensiones de los ingresos propios de las Entidades Federativas (EF) y los Municipios destacaba cómo, a pesar de una mayor dinámica de estos, la dependencia de las transferencias federales se mantiene. En el caso de la EF las transferencias representan un poco más de cuatro quintas partes de los ingresos totales de las mismas, dependencia mayor que la de los Municipios, a pesar en el caso de estos últimos de la baja dinámica recaudatoria del impuesto predial.
En las últimas Cuentas Públicas los ingresos propios de las EF representan el 11.2 % frente a un 9.9 % del año 2011. Dejando de lado los ingresos del sector paraestatal, de los organismos descentralizados y desconcentrados resulta interesante hacer unas comparaciones que pueden resultar novedosas. En primer lugar si hablamos de los recursos de libre disposición, transferencias en efectivo o la suma de ingresos estatales propios y de las participaciones e incentivos económicos, observamos que representaron el año pasado el 46.6 % del total de los ingresos, lo cual significa el 4.41 % del PIBE; mientras que las transferencias condicionadas, integradas por el Ramo 33, los convenios, transferencias, subsidios y apoyos federales, esto es el gasto federalizado, significa el 48.7 % del total, el 4.92 % del PIBE. Los ingresos del sector paraestatal y el endeudamiento en conjunto representaron 7.6 %, 0.77 del PIB.
Las transferencias condicionadas, ya rebasaron el monto de los recursos de libre disposición.
El Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO) en su informe sobre competitividad estatal de 2010 introdujo el concepto de Autonomía Fiscal (AF) que recientemente retoma el Instituto Nacional para el Desarrollo de las Haciendas Públicas (INDETEC), definiéndolo como el porcentaje de los ingresos cuyo destino es determinado por los gobiernos de las entidades federativas, como un porcentaje respecto a los ingresos totales y resulta interesante observarlo porque encontramos muy fuertes asimetrías.
El Distrito Federal según el reporte de INDETEC tiene una autonomía del 79.5 por ciento, sin embargo le restó 21,566 mp provenientes de impuestos y derechos (por ser de naturaleza municipal en el resto de las entidades federativas). Sin embargo se les debe de sumar con lo cual el grado de autonomía fiscal del D.F., ya que sus ingresos propios incluido el predial ascendieron a 37.9 por ciento, mientras que las participaciones del Ramo 28 36.2 por ciento. En virtud de que el D.F. no recibe recursos ni del FAEB ni del FISM, las transferencias condicionadas que recibe ascienden a 14.3 por ciento del total, dentro de este último concepto las aportaciones federales son sólo el 6.8 por ciento y el resto de las transferencias condicionadas 7.5 por ciento. Lo anterior contrasta fuertemente con, Tlaxcala quien como recursos de libre disposición tiene ingresos propios que significan el 3.4 por ciento del total y las participaciones el 34.4 por ciento, mientras que las transferencias condicionadas ascienden a 62.2 por ciento, 41 por ciento del Ramo 33 y 21.2 por ciento de otras transferencias condicionadas.
Otro ejemplo interesante es el Estado de Nuevo León; sus ingresos de libre disponibilidad ascienden a 44.8 por ciento del total de sus ingresos, correspondiendo a los ingresos propios 15.3 por ciento –proporción que triplica la de Tlaxcala- y sus participaciones son del 29.5 por ciento; mientras que las transferencias condicionadas significan el 38.2 por ciento, de los cuales las aportaciones federales son el 21.3 por ciento.
En esta presentación se incluye el endeudamiento que para los ejemplos señalados representa el 3.8 por ciento en el caso del D.F. y 17 por ciento para Nuevo León. Para Tlaxcala no hay cifra porque tiene limitaciones constitucionales para contratar deuda que exceda el ejercicio fiscal en curso.
En el total nacional los ingresos de libre disponibilidad, repito participaciones e ingresos propios significan el 43.7 por ciento del total, mientras las transferencias condicionadas significaron el 48.8 por ciento y el endeudamiento como ingreso el 4.1 por ciento y los ingresos por venta de bienes y servicios del sector paraestatal el 3.5 por ciento. Al tratarse de un promedio, se vuelve más interesante analizar los ejemplos señalados.