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La Bandera Nacional, símbolo de unidad y valores en la Armada de México
Oaxaca, Oax. 24 de marzo del 2012 (Quadratín).- En la habitación resuenan los acordes de Joe Walsh, mientras la voz aguda de Glenn Frey, relata la historia de un lugar místico e inolvidable: el Hotel California. Un padre y su hijo comparten un rato agradable al escuchar música, todo parecería normal, salvo por el hecho de que la escena toma lugar en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital General de Zona 01 del Instituto Mexicano del Seguro Social.
El pequeño José Luis, de 12 años de edad y originario del Distrito Federal, llegó el pasado mes de enero para visitar a su abuelo materno en el poblado mixteco de San Miguel Achiutla, en donde a los pocos días inició con dolor de garganta y fiebre, luego vómito, dolor muscular y una especie de salpullido se apoderó de su cuerpo.
Araceli Montes Ortiz, relata que al ver el rápido y fuerte decaimiento de su hijo lo llevó al Hospital Rural IMSS-Oportunidades 34 de Tlaxiaco, allí los médicos al darse cuenta de su mal estado lo internaron, revisaron los síntomas y pensaron que se trataba de algún tipo de hepatitis pero debido a que su hígado estaba muy inflamado, la médico pediatra autorizó su traslado al hospital de Oaxaca, comenta.
Cuando mi esposa me habló por teléfono al D.F. para decirme que no era una infección lo que nuestro hijo tenía y que lo iban a trasladar de emergencia al hospital de la capital, el cielo se me vino encima. Me trasladé inmediatamente a Oaxaca y cuando llegué aquí, tenía solamente una hora que ellos habían ingresado, desde ese momento no me he despegado de este lugar, relata José Luis Valencia, padre.
Una vez que llegamos al HGZ 1, el médico Felipe Aguado me dijo que Güicho como conocen sus familiares al pequeño José Luis- venía muy mal, todos se movieron muy rápido, le hicieron una tomografía, también le sacaron unas placas y otros estudios, a pesar de que esto fue en la madrugada. Mi hijo se quedó en Terapia Intensiva y allí descartaron que se tratara de una hepatitis fulminante, le dieron antibióticos, antivirales, para la temperatura y en el transcurso de los días siguieron más exámenes, expresa doña Araceli.
Rafael Barcelos Díaz, médico pediatra del servicio de Cuidados Intensivos Neonatales del IMSS, explica que José Luis llegó al hospital con deterioro de su estado neurológico, ya empezaba a dejar de hablar, a no reconocer a sus familiares, su estado de alerta comienza a fallar, se corroboró que efectivamente venía todo amarillo, con puntos de sangre en la piel, con fiebre, e inició también con sangrado de tubo digestivo por la boca. A su ingreso se le hacen varios estudios y se demuestra que el niño venía con alteraciones hepáticas, renales, hematológicas y neurológicas, lo que se considera una falla orgánica múltiple. El reto era encontrar qué enfermedad nos esta causando todo esto al mismo tiempo.
Cuando tu hijo esta mal, te enfermas con él, te mueres con él, es una impotencia en la que deseas estar en su lugar, una como madre lo dice todo el tiempo pero no lo siente hasta que lo vive, exclama Araceli.
Al principio la respiración del pequeño José Luis era aceptable pero poco a poco se fue deteriorando hasta que hubo la necesidad de ponerle un ventilador mecánico, el daño neurológico también cada vez fue mayor, con crisis convulsivas, estupor y posteriormente estado de coma.
En los primeros dos días de su ingreso se sospechó de una meningitis y se inició tratamiento pero el cuadro clínico no correspondía totalmente porque tenía alteraciones hepáticas así como renales, y uno de los cuadros clínicos que provoca esa enfermedad se conoce como síndrome de Weil, es un padecimiento ocasionado por una bacteria llamada leptóspira, que se conoce como sepsis por leptóspira variedad icterohemorragica, que demostrarla es muy difícil, aún así se decidió darle tratamiento de sospecha, describe el pediatra del Seguro Social.
La bacteria atacó todo, estuvo en riesgo de morir, gracias a Dios una vez iniciado el tratamiento él empezó a evolucionar muy bien. El doctor nos dijo que tenía mucha fe, de que como estaba pequeño tenía la posibilidad de avanzar bien y sí, gracias a Dios poco a poco, después de unos veintitantos días de no moverse, comenzó a mover un dedo de la mano, después de un pie, dos o tres días más tarde comenzó a mover todo el pie, poquitíto, entonces el doctor nos dijo ¡ven, tengan mucha fe, va a salir adelante confíen!, enfatiza José Luis, padre.
Barcelos Díaz explica que en breve -a los dos días de iniciado el tratamiento por leptospirosis- se recuperó la función del riñón, a los cuatro días se recuperó completamente la función hematológica (ya no sangraba), en una semana se recuperó la función hepática, sin embargo lo que quedó persistentemente alterado fue la función neurológica. José Luis no era capaz de tener buenos reflejos protectores de la respiración, no tenía una respiración coordinada y dejó de moverse. Entonces eso hizo que su estancia se prolongara, que la dependencia del aparato para respirar fuera de casi un mes. Afortunadamente este tipo de alteraciones, y eso esta bien comprobado, solo requieren tiempo para que el nervio vuelva a funcionar.
Después de que se sospechó de leptospirosis, los médicos del IMSS solicitaron las pruebas de diagnóstico, las cuales son muy difíciles de realizar además de tardadas pues son una determinación en sangre de unos anticuerpos. Una vez que los resultados dieron positivo fue muy satisfactorio conocer que teníamos un resultado acorde a nuestra sospecha clínica y que para cuando tuvimos la respuesta ya íbamos muy avanzados en el tratamiento… de otra manera la mortalidad por la variante de esta infección es altísima sobre todo porque en ausencia de diagnóstico pues no puede haber tratamiento y en ausencia de tratamiento es muerte. Aquí, aún en ausencia de diagnóstico confirmado se inició un tratamiento de sospecha y el resultado es verdaderamente exitoso, refiere el pediatra.
Hasta ahorita va muy bien, la atención de las enfermeras excelente, el pediatra Rafael Barcelos no ha dejado de estar al pendiente, lo mismo el jefe de pediatría Leonel Hernández, ellos nos explican lo que va pasar, los riesgos, estamos muy agradecidos… mi hijo venía en coma y ahora ver que mueve la cabecita, que a lo mejor no nos escucha, que no coordina, que no habla pero cada día va mejorando, hasta ahorita es un milagro. Como nos han dicho el doctor Barcelos y el doctor Leonel, de los casos que ellos habían visto, que tal vez son tres o cuatro, mi hijo ha sido de los más graves y ahorita gracias a Dios se está recuperando, comenta José Luis Valencia.
La leptóspira es una bacteria que se transmite principalmente por animales roedores, quienes generalmente evacúan en los alimentos y estos se contaminan, así mismo la bacteria también puede estar en la tierra (si alguien se raspa y ésta entra en contacto con la herida, se da el contagio) por eso es que no es tan rara pero en la mayoría de los casos nada más da fiebre y ataque al estado general y hasta ahí, pero en algunos casos puede ser más grave depende de la inmunidad de cada persona, sin embargo en el caso de José Luis el ataque a su salud se debe a que la variante que lo infectó es la más fuerte, pero debido a su correcto tratamiento, la evolución y a las sesiones de rehabilitación que le esperan, puedo decir que en pocos meses ese niño recuperará al cien, concluye el médico pediatra del IMSS Rafael Barcelos Díaz.