La Ley silla, un cambio a favor de la salud
MÉXICO, DF. 18 de julio de 2014 (Quadratín).-El fracking, es uno de los aspectos más lamentables de esta andanada privatizadora de las leyes reglamentarias de la reforma energética, porque despojará a los campesinos de sus tierras y dejaría sin agua a casi 16 millones de mexicanos, principal elemento para la perforación de pozos, asentó el senador del PRD Benjamín Robles Montoya ante el pleno del Senado de la República y por lo cual votó en contra de la Ley de Hidrocarburos.
Para obtener este petróleo no convencional, o el llamado gas Shale, explicó el legislador oaxaqueño, se utilizan explosivos para provocar pequeñas fracturas y se inyectan, por etapas, de nueve a 29 millones de litros de agua a muy alta presión, mezclados con arena y un coctel de más de 750 aditivos químicos apuntalantes, entre los cuales se encuentran bencenos, xilenos (cilenos), cianuros, los cuales son elementos cancerígenos y mutagénicos.
Ante la asamblea senatorial, el congresista expuso, “cuando hablamos del uso intensivo del agua, nos estamos refiriendo a que, como ya lo mencioné, pueden emplearse de 9 a 29 millones de litros por pozo, aunque hay casos certificados en Estados Unidos que han utilizado más de 60 millones de litros de agua. El gobierno federal habla de abrir más de 20 mil pozos en el transcurso de dos años, Si abriéramos 20 mil pozos, estaríamos requiriendo el agua necesaria para uso doméstico y personal anual de entre cinco y 15.9 millones de personas”.
Y es que dijo que la legislación energética en su conjunto supone que las empresas petroleras privadas y las empresas productivas del Estado tendrán preferencia sobre el uso del territorio frente a cualquier otra actividad, debido a que establece que la industria de hidrocarburos es de utilidad pública y que la exploración y extracción de estos recursos es de interés social y orden público.
“El petróleo que antes no se podía explotar porque era demasiado caro, ahora sí se empieza a explotar, con el altísimo impacto ambiental, social y económico que conlleva. Este es el petróleo no convencional. Este petróleo no puede salir a menos que se haga un pozo, luego lo desviemos de manera horizontal y fracturemos hidráulicamente a alta presión y con agentes químicos, esto es el fracking, lo mismo pasa con el gas shale”.
Dijo que la aprobación de la ley de hidrocarburos supondría priorizar la actividad petrolera, gasífera y minera por encima de cualquier otro uso del territorio, incluidas las reservas naturales, lo que pondría en serio riesgo los derechos humanos de la población y dejaría en clara desventaja a los propietarios de las tierras en las negociaciones con las empresas petroleras.
Esto es especialmente grave en el caso de la explotación de hidrocarburos mediante el fracking, uno de los aspectos más ominosos de esta andanada privatizadora, y que requiere de amplias extensiones de territorio para su desarrollo. No es por nada que a nivel mundial, son ya varios los países que han prohibido esta práctica en su territorio, destacó.
“Me permito hablarle a los ciudadanos, que son quienes pagarán el alto costo que ustedes están a punto de endosarles. Los estados y las regiones que se verán afectadas por la técnica extractiva del fracking,van desde Chihuahua y Coahuila, pasando por San Luis Potosí, La Sierra Norte de Puebla, Hidalgo, todo Veracruz y, esto se lo digo a mis paisanos también, la zona de la cuenca de Oaxaca, particularmente Tuxtepec; por lo que en el PRD no cejaremos hasta que se prohíba en nuestro país esta práctica nociva”, concluyó.