Vamos a seguir construyendo la paz: Presidenta Sheinbaum
México, D.F. 18 de mayo de 2010 (El Universal).- La primera de las 15 elecciones locales que se celebrarán este año en el país, llevada a cabo en el estado de Yucatán, no parece presentar un saldo muy positivo para el PRI. Las mediciones preelectorales públicas con las que se contaba, indicaban que el PRI arrasaría y que recuperaría con facilidad la capital del estado, plaza fundamental, ya que representa 43% del electorado y que había estado en manos del PAN por más de 19 años.
Ello no significa que el saldo sea negativo en sí mismo para el Revolucionario Institucional. En realidad el tricolor ganó Mérida (por menos de 3 puntos de diferencia) y la mayor parte del Congreso (13 de 15 distritos locales) con los resultados de 95% del PREP. Estos números nos llevan a algunas reflexiones y otras tantas conclusiones.
1. Si lo que pasó este domingo en Yucatán pasara en las 14 restantes elecciones locales, en lo que se refiere a diferenciar entre las mediciones preelectorales y los resultados finales, significa que estamos sobreestimando al PRI. Si esto fuera así, la supuesta ventaja que lleva este instituto político en la mayor parte de las 12 elecciones de gobernador estaría cuestionada. Por ello el escenario para el próximo 4 de julio podría ser mixto o no de dominancia priísta como se venía perfilando.
2. En Yucatán se han registrado algunos de los peores errores en mediciones preelectorales y de encuestas de salida. Es un estado en el que el gremio de investigadores de opinión hemos aprendido a ser muy cuidadosos. Hay registros que en 2001, en la elección para gobernador en la que resultó triunfador el candidato del PAN, el ex gobernador Patrón Laviada, hubo errores de sobrestimación de las encuestas de salida de entre 7 y 18 puntos a favor del PAN, en al menos seis agencias de investigación. Uno de esos temas que se queda para la discusión del gremio y que no es información pública. Si lo hubiera sido habría sido un escándalo, aunque el ganador fuera el correcto. Es decir Yucatán ha sido tradicionalmente un estado difícil de medir.
3. Hay que ser muy cautelosos con la lectura de mediciones y encuestas, hay que atender y tomar en cuenta un poco más a las tendencias históricas. Una diferencia de más de 10 puntos en Mérida no coincide con los datos históricos de esa ciudad por lo menos en las últimas cinco elecciones locales. Es un estado que en los últimos 12 años un partido o candidato no lo gana por más de siete puntos. Por ello la posibilidad de que el PRI arrasara, en un lugar de gran tradición panista, era poco probable.
4. En lo que se refiere a comportamiento electoral, hay un dato positivo. Si bien las historias de clientelismo en el estado son emblemáticas, hay que reconocer que el electorado del país en general y de Yucatán en particular, ha aprendido bastante y ha desarrollado algunos niveles de autonomía respecto a estas prácticas. Hay que recordar la mítica capacidad de operación del ex gobernador Víctor Cervera, quien perdió su elección. Yucatán es un electorado sofisticado y complejo desde hace tiempo y esto está pasando en otros lugares del país. Esto cuestionaría la idea de que el 4 de julio tendremos elecciones de statu quo. Si bien es cierto que el PRI gobierna nueve de los 12 estados con elecciones para gobernador y eso le da más posibilidad de triunfo, algunas de estas nueve priístas, como las dos panistas y un perredista están en juego.
5. Y finalmente hay que decir que algunos institutos electorales por más cuestionados que estén, están funcionando y garantizan un mínimo de neutralidad, esto tampoco es novedad en Yucatán porque en la misma elección mencionada anteriormente, a pesar de estar funcionando dos institutos electorales de manera simultánea por cuestionamientos de neutralidad por parte del Tribunal Electoral de la Federación, el resultado y conteo de los votos favoreció al candidato opositor al gobierno. Para mérito y reconocimiento de los yucatecos, sus institutos electorales funcionan. Esto no es extensivo necesariamente a todo el país, pero sería bueno que las dirigencias de los partidos políticos revisaran sus estrategias de cuestionar a la autoridad electoral como estrategia dominante cuando no se saben ganadores.
Muchas lecciones para un solo evento. Importantes para poder entender un poco más lo que está por venir en el superdomingo 4 de julio próximo. Y si bien es cierto que las elecciones es cada vez más local y tiene su propia lógica no se debe dejar de hacer el intento de encontrar tendencias generales que expliquen las motivaciones del complejo electorado mexicano.
* Director de Parametría