Francisco Toledo, símbolo de una súbita develación de lo local: Carlos Villaseñor

Oaxaca, Oax. 09 de junio de 2013 (Quadratín).- Mientras en el siglo XIX y hasta mediados del siglo XX el arte y la cultura mexicanos tenían sus referentes en Europa y los Estados Unidos de Norteamérica, ahora el mayor valor lo encuentran en lo local, afirmó Carlos Villaseñor, director de Cultura México, una compañía dedicada a brindar asesoría para elaborar y ejecutar proyectos culturales.
Durante el taller impartido a promotores culturales en el II Foro de Gestión Cultural que culminó este sábado en el Centro Cultural y Académico San Pablo, Villaseñor sostuvo que en Oaxaca existe un “contraste que llama poderosamente mi atención” y que muestra el cambio de paradigmas relacionados con el éxito y la modernidad: la figura “hierática” de Benito Juárez y la de un artista, Francisco Toledo, “símbolo de una súbita develación de lo local”.
“Una de las memorias indelebles de los libros de la madre patria era Benito Juárez sentado con su flauta cuidando a su rebaño, quien luego se transforma como una noción de éxito en una figura hierática vestida de frac; lo imaginamos vestido de frac así sea en las llanuras de Chihuahua, pero su representación simbólica, su noción de éxito, de incorporación a la modernidad, es un Juárez vestido de frac a la usanza europea”, explicó.
En cambio, el artista plástico y promotor cultural Francisco Toledo, representa el éxito y modernidad, tras la caída del Muro de Berlín, resaltando el valor de los signos locales:
“Nos encontramos a finales del siglo XX a un creador que hace de los códigos, de los símbolos, de los significados de lo local, códigos de comunicación universal, alguien que lleva los grillos, los alacranes, las ranas, los autorretratos, a leguajes de comunicación universal y que, contrario a la pretensión de asimilar lo ajeno para posicionarse con una noción de éxito, resalta lo local. Mientras uno se viste de frac otro se viste de manta”, señaló.
Francisco Toledo, apuntó, transmite lo que está significando el mundo después de la caída del Muro de Berlín, al pasar de una bipolaridad a “la súbita revelación de lo local” y mostrarnos que hay una diversidad cultural amplísima por desarrollar.
En opinión de Carlos Villaseñor, reconocido por la UNESCO por su labor como promotor de la cultura no sólo en México sino en América Latina, Oaxaca ocupa es una entidad donde el desarrollo cultural se está convirtiendo en una nueva noción de desarrollo.
El desarrollo auténtico –puntualizó-, es el que persigue el bienestar y la satisfacción constante de cada uno y de todos… en cambio, la noción de pobreza tiene que ver con el bagaje cultural más que con los índices económicos.
Por último, mencionó que la cultura ya es considerada en el mundo una pieza clave del desarrollo sustentable, conforme con lo acordado en el reciente Congreso Internacional de Hangzhou (China) celebrado del 13 al 17 de mayo pasado.